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El primer gran debate de la campaña electoral enfrentó ayer en TVE a candidatos de las seis formaciones con grupo actualmente en el Congreso (PP, PSOE, Unidas Podemos, Cs, ERC y PNV).
Un debate insólito que ha dejado en ridículo al PSOE. Anómalo es que ERC y PNV tuvieran tiempo de sobra y no estuviera Vox en el debate. Un debate lastrado por esa grave irrealidad.
Los de Santiago Abascal tampoco tenían asiento en RTVE
Todos los partidos saben que la campaña es crucial, nunca se había llegado a la recta final con tantos indecisos: un 41,6% de electores no sabe qué papeleta elegirá el domingo 28. Y todo con un clima enrarecido, más aún hoy cuando ha quedado en el aire el gran debate del próximo martes en Atresmedia de los candidatos a la Presidencia tras tumbar la Junta Electoral la participación de Vox.
La representante del Partido Popular ha sido la que más fuerte ha empezado, desde el minuto inicial, diciendo que el presidente del Gobierno no es decente.
Llevaba en este tramo inicial casi contra las cuerdas a Montero, a la que ponía nerviosa y arrinconaba con sus duros reproches: “lo explico como en Barrio Sésamo”, “chiqui, 1.200 millones, se quitan o se ponen”.
Sánchez aspira a ganar sin debatir
Pedro Sánchez aspira a ganar las elecciones sin debatir aprovechando su peana institucional, de la que abusa. Fue sorprendente la vacuidad de su representante.
Cataluña y la cuestión territorial elevaron el tono de un cara a cara que se convirtió en un crispado intercambio de ataques en el que PP y Ciudadanos unieron sus fuerzas en contra de Pedro Sánchez y los socialistas.
El conflicto dividió el plató
Cayetana Álvarez de Toledo, cabeza de lista del PP por Barcelona, e Inés Arrimadas, su homóloga por Ciudadanos, se unieron en defender un proyecto de España que pasa por volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Mientras, Irene Montero (de Unidas Podemos) propuso un referéndum pactado. Por su parte, Gabriel Rufián, de ERC, respaldó esa idea, pero como una consulta que culmine en la independencia.
La socialista María Jesús Montero, apostó por el diálogo, pero rechazó cualquier tipo de consulta. Aitor Esteban, portavoz parlamentario del PNV, aprovechó para defender el Concierto vasco y apostar por la vía de la negociación en el conflicto catalán.
"Sánchez es un peligro público"
La crisis territorial sirvió también para que PP y Ciudadanos se uniesen en sus restantes ataques a Pedro Sánchez.
Arrimadas ofreció a Álvarez de Toledo un pacto de no agresión en forma de coalición de gobierno, como ya ha planteado Albert Rivera a Pablo Casado.
Antes que desgranar las propuestas del PP, Álvarez de Toledo prefirió usar frases dedicadas a Sánchez como “el vanidoso útil del separatismo”, “un hombre de un coraje discutible y discutido”, o “una persona que no es decente”. Arrimadas completó este tipo de críticas con un “el señor Sánchez es un peligro público”.
Un debate económico
Ayer vimos una España centrada en la economía, en la bajada de impuestos. "Los bajaremos todos", dijo Álvarez de Toledo.
Arrimadas se centró mucho en los autónomos e hizo una propuesta entre la ilusión y el disparate: "Queremos que España se convierta en el mejor país del mundo para tener una familia, un negocio y ser autónomo".
Ambas candidatas se emplearon también contra el jefe del Ejecutivo por la política económica. “Si gobierna Pedro Sánchez, le dejará el Ministerio de Economía a los comunistas de Podemos”, sostuvo la dirigente de Ciudadanos.
Montero propuso acabar con la precariedad laboral con contratos estables y que los autónomos paguen cuotas según sus ingresos. Su populismo encuentra en las Cloacas un contrargumento contra el famoso chalet. Propone un "horizonte morado" y un "horizonte verde" con el eco-feminismo.
Las políticas sociales
En lo social hubo diferencias. Álvarez de Toledo entró de lleno en el discurso feminista. Se enzarzó con Irene Montero llegando a amenazarla con los tribunales.
Ciudadanos no entró en ese charco y orientó su política social hacia los autónomos. Perfiló más su propuesta y puso énfasis en acabar con "los chiringuitos".
Podemos llevó al paroxismo su preocupación social: "Nuestra forma de vida son los servicios públicos". Habló de educación gratuita en todos los niveles, de subirlo todo, de concederlo todo. Esto dicen que lo van a pagar los bancos.
El PSOE rozó la desfachatez. "Todas las libertades y avances las trae el PSOE, desde el divorcio a, esperemos, la eutanasia". Sacó la bandera feminista, pero no tanto como Irene Montero con su propuesta de modificar el Código Penal para que "Sólo el sí sea sí". PSOE y Podemos compitieron por garantizar salud bucodental.
La representante del PSOE era un artefacto que no se salía de la fraseología institucional de los viernes sociales a lo que Arrimadas, remató: "Los viernes sociales serán lunes de recortes" y "Si gobierna Sánchez gobernará Iglesias".
El problema territorial
ERC, PNV y Podemos apostaban por 'diálogo'. PP y Cs no lo iban a hacer, pero la duda era el PSOE.
María Jesús Montero trató de huir del asunto: "Los españoles están hartos de este tema". Pero acabó su intervención con la expresión "solución dialogada". Compensó dirigiéndose a Rufián para asegurar que con el PSOE no habría ni referéndum ni independencia. Pero no contestó la pregunta de Álvarez de Toledo: "¿Indultarán ustedes a los golpistas?"
Arrimadas y Álvarez de Toledo se solapaban al discutir con Rufián y su defensa de "los chavales de Alsasua".
Aitor Esteban planteó el reconocimiento de nacionalidad, bilateralidad y un árbitro nuevo que no sea el Tribunal Constitucional. A lo que Arrimadas respondió Esteban defendiendo cupo y y ley electoral actual: "Si nos apartan de las instituciones se agravarán los problemas".
Españoles, ¿habéis decidido vuestro voto?
La ropa cuidada hasta la extenuación. El gran ensayo del gran debate. Esta vez cuatro mujeres y dos hombres. El próximo martes serán cuatro candidatos y Santiago Abascal desde Twitter.
Sigue la áspera batalla del 28-A.
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