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La demanda de crédito a la banca española por parte de familias y de empresas sufrió un descenso en el tercer trimestre del año, algo que no ocurría desde mediados 2013 y que contrasta con el aumento experimentado a su vez de promedio en la Unión Europea.
Así lo revelan las propias entidades en la Encuesta sobre Préstamos Bancarios elaborada por el Banco Central Europeo (BCE) y divulgada este martes por el Banco de España, donde auguran que la contracción continuará en las empresas, pero confían en una reactivación de las peticiones por parte de los hogares.
Los requisitos para la concesión de un crédito al consumo se han endurecido
Según las entidades, los factores que explican el descenso en la solicitud de hipotecas fueron principalmente “la menor confianza de los consumidores y los cambios regulatorios” y en menor medida también “el empeoramiento de las perspectivas en el mercado de vivienda”.
A pesar de la contracción en las solicitudes de nueva financiación la banca mantuvo estable los criterios y condiciones de concesión en los préstamos hipotecarios, algo que no ocurrió, en cambio, en los créditos para consumo.
Las entidades confiesan al BCE que endurecieron los criterios de concesión en el crédito al consumo para familias entre julio y septiembre por cuarto trimestre sucesivo ante un “empeoramiento de la solvencia” en los clientes, menor tolerancia al riesgo y “un deterioro de las perspectivas económicas generales”.
También los clientes redujeron “ligeramente” las peticiones de estos créditos. La banca lo atribuyó a un “descenso de la confianza de los consumidores”, una reducción de su gasto en bienes de consumo duradero y un mayor uso de la financiación de otro tipo de entidades.
Entre las empresas la caída de la demanda ocurrió tanto entre pymes como entre grandes corporaciones. Según la banca, es consecuencia de las menores inversiones en capital fijo, un mayor uso de préstamos de otras entidades y el mayor recurso por parte de las empresas a emisiones de deuda para captar nuevos fondos.
La política de tipos bajos del BCE merma los beneficios de las entidades bancarias
Su retroceso resultó, sin embargo, parcialmente compensado por operaciones de reestructuración empresarial que precisaron de nuevos fondos, detalla el informe del Banco de España.
La reducción en las peticiones de crédito tuvo lugar pese a que la banca confiesa una mejora en sus condiciones de acceso a los mercados de financiación y un aumento de liquidez después de que el BCE haya reactivado los programas de compra de activos.
La banca reconoce que los tipos negativos aplicados por el BCE a sus depósitos “favoreció” además que se abaratasen los precios aplicados a los nuevos préstamos “en todos los segmentos”, si bien no ha sido suficiente para incrementar el volumen financiado.
En contraste, los bancos españoles afirman que la política del BCE y los tipos negativos ejercen mayor presión sobre su rentabilidad y reducen su caudal de ingresos.
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