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2024 ha empezado fuerte en muchos sentido y en diversos ámbitos, también en el científico. Unos recientes descubrimientos arqueológicos en Italia han llamado poderosamente la atención en estos días. Se tratan de restos de animales como perros, caballos y también otros de granja como cerdos, dentro de las tumbas funerarias de civilizaciones prerromanas. Es la primera vez que se da con algo así en esta zona y ha llenado a la comunidad científica de gran curiosidad.
Aunque de momento estos descubrimientos arqueológicos se encuentran en fase de investigación, ya que las razones por las que se incluían a este tipo de animales en las tumbas es aún misteriosa, podrían estar indicando una especial relación de compañía duradera entre humanos y animales, así como prácticas de sacrificio religioso, muy similar a lo que se ha visto en tumbas del antiguo Egipto, u otras civilizaciones del continente americano.
Los curiosos descubrimientos arqueológicos de estos días
La investigación que ha llevado a dar con estos descubrimientos arqueológicos ha corrido a cargo de 19 investigadores pertenecientes a instituciones de Italia o Suiza. Este conjunto ha publicado su primer artículo en la revista ‘PLOS ONE’ con todos sus hallazgos hasta el momento. Zita Laffranchi, del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berna, en Suiza, ha sido la principal encargada de guiar esta investigación.
Una investigación que se llevó a cabo en el Seminario Vescovile, un yacimiento datado entre los siglos III y I a.C., que se encuentra ubicado en Verona, Italia. Entre los descubrimientos arqueológicos datados en tumbas de 161 personas encontradas, se observó que 16 de ellas fueron enterradas con algún tipo de restos de animales. Para complementarla, también indagaron en la forma de vida de estas poblaciones.
Algunas de las tumbas contenían restos de animales que a menudo formaban parte de la dieta de esas comunidades, como el cerdo, pollo y partes de una vaca, con lo que ello podría haber representado ofrendas de comida a los muertos. En cuatro de ellas en particular, encontraron otro tipo de animales, como perros y/o caballos, que no formaban parte de la dieta, esto podría indicar que se trataba más bien de animales de compañía.
Varias hipótesis abiertas
Para buscar patrones que pudieran explicar estos entierros de animales, los investigadores analizaron la demografía, la dieta, la genética y las condiciones de entierro de los humanos y animales enterrados para interpretar mejor estos descubrimientos arqueológicos. Sin embargo, esto no condujo a ninguna correlación notable, más allá de determinar qué animales formaban parte de la dieta y cuales no.
En particular, las personas enterradas con animales no parecen estar estrechamente relacionadas entre sí, lo que habría sugerido que se trataba de una práctica de una determinada familia. Pero en este caso, las personas enterradas con perros o caballos variaban, ya que se encontró desde un bebé, pasando por un joven enterrado con partes de un caballo, un hombre de mediana edad enterrado con un perro pequeño y una mujer de mediana edad sepultada con un caballo entero.
Esta falta de patrones hace de este uno de los descubrimientos arqueológicos más curiosos y plagado de dudas. Presenta además múltiples interpretaciones de estos entierros de humanos y animales, según los autores. Por ejemplo, animales como perros y caballos a menudo tenían simbolismos religiosos en las culturas antiguas, pero, al mismo tiempo, es posible que individuos específicos también hayan sido enterrados con sus compañeros animales.
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