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Más de una semana después de que comenzaran las expulsiones de menores no acompañados en Ceuta, actualmente suspendidas hasta que el juez se pronuncie, que seguían atrapados en la ciudad autónoma desde la avalancha del pasado mes de mayo.
Más de 700 menores de edad siguen acogidos en distintos centros ceutíes, aunque no son los únicos en la localidad, mientras tanto, ninguna administración de Marruecos se ha manifestado sobre la decisión acordada entre Rabat y Madrid. Un hito que anticipó la vuelta a la normalidad entre los dos países, sellada por el discurso de Mohamed VI con motivo del 68º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo.
SM el Rey :"Esperamos, con toda sinceridad y optimismo, seguir colaborando con el Gobierno español, y con su Presidente, Excelentísimo Señor Pedro Sánchez,🔽 pic.twitter.com/Sg1St9jnCH
— Diplomacia_marroqui🇲🇦 (@DiplomaciaM) August 20, 2021
El país vecino estaba realmente molesto con España por su negativa a seguir los pasos de la Administración estadounidense, que en diciembre de 2020 reconoció la marroquinidad del Sáhara Occidental. Así se abría una crisis bilateral, una más en esta historia que sigue sin ser superada oficialmente tres meses después.
Pero tras escuchar al rey de Marruecos llamando a “inaugurar una etapa inédita” en las relaciones con España sobre “la base de la confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos”, todo puede cambiar.
Marruecos no abordará la cuestión de los menores en las próximas fechas
En los medios marroquíes la noticia de la vuelta al país magrebí de los 55 primeros menores entre el viernes 13 y el lunes 16 de agosto pasó casi desapercibida, y cuando fue recogida, el foco se puso en el desacuerdo sobre las repatriaciones de los menores desde Ceuta por parte de organizaciones de derechos humanos y, sobre todo, de las medidas decretadas por la justicia española contra las devoluciones.
Los grandes temas que ocupan en este mes de agosto en Marruecos son, sobre todo, la pandemia, los incendios forestales y las querellas con Argelia.
Así las cosas, las autoridades del país vecino evitaron referirse directamente a la crisis migratoria de los días 17 y 18 de mayo pasados, cuando más de 10.000 personas lograron acceder en menos de 72 horas a Ceuta a través de los pasos del Tarajal y de Benzú gracias a las facilidades concedidas por las fuerzas del orden marroquíes.
Todo son interrogantes y expectación sobre cómo y cuándo se escenificará y plasmará el nuevo momento
Sobre todo, nos preguntamos qué tendrá que ofrecer España a los vecinos para que todo vuelva a la normalidad completa.
Esos “retornos asistidos”, como se refirió a ellos el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska, son una realidad tres meses después de la entrada de más de un millar de menores a Ceuta gracias a que el rey Mohamed VI diera instrucciones a las autoridades marroquíes para el retorno de todos los menores no acompañados de origen marroquí en suelo europeo.
En menos de tres semanas, Marruecos celebrará elecciones legislativas –el 8 de septiembre-, que darán lugar a nuevas mayorías parlamentarias
Como no es difícil de comprender, la cuestión del retorno de los menores no acompañados no es un tema especialmente agradable para las autoridades marroquíes. Son conscientes de que una parte de la juventud del país, sobre todo en las provincias del norte, quiere salir de Marruecos a toda costa. Y de que la mayoría de los menores que han sido devueltos a sus familias en las últimas fechas lo han hecho contra su voluntad.
El desempleo y la falta de oportunidades y alicientes son un lastre para los jóvenes marroquíes, especialmente en las provincias del norte del país. Un problema profundo.
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