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Por desgracia, en el mundo continúan existiendo situaciones que generan grandes desigualdades. Explotación, guerras, importantes cambios en el clima que producen escasez o la precarización laboral, llevan cada vez más personas a situaciones de vulnerabilidad en la que necesitan de ayuda para poder subsistir. La beneficencia, es un sistema creado para que la solidaridad pueda contrarrestar con efectos adversos de lo antes mencionado.
Desde las Naciones Unidas, han lanzado un compromiso internacional a través de su Agenda 2030 firmada y aprobada en 2015. A través de ella se busca alcanzar un modelo global sostenible, que incluye el aspecto social, es decir, acabar con las desigualdades, el hambre o la falta de educación. Un trabajo en conjunto que nos ayudará a conseguir el mundo que deseamos tener. Aún queda mucho trabajo por hacer y por eso hoy, 5 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Beneficencia, para recordar que esta labor aún continua siendo imprescindible.
Día Internacional de la Beneficencia
Las Naciones Unidas definen la beneficencia como la contribución "a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas". El principal objetivo de esta actividad es del poder "aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, complementar los servicios públicos de atención de la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia". Pero también incluye otros aspectos importante como la promoción de "la cultura, la ciencia, el deporte y la protección del patrimonio cultural y natural".
Sin duda, la beneficencia va mucho más allá de la limosna o las donaciones, ya que también es capaz de "concienciar sobre los derechos de los marginados y desfavorecidos, y permite guardar nuestra humanidad en situaciones de conflicto". Por eso se trata de una actividad esencial sobre la que es necesario informar, expandir e ir introduciendo en las raíces de toda sociedad a través de nuestras actividades individuales.
Madre Teresa de Calcuta, un ejemplo a seguir
El 5 de septiembre es una fecha muy especial, en la que se conmemora el aniversario del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta, por este motivo las Naciones Unidas decidieron celebrar en su honor el Día Internacional de la Beneficencia. Una mujer que fue un auténtico ejemplo de trabajo, lucha y conciencia sobre las necesidades sociales más urgentes. Se ha convertido en icono de esperanza, bondad y sacrificio en favor de los demás. Todo este trabajo fue reconocido a nivel internacional en 1979 cuando se le otorgó el Premio Nobel de la Paz por su labor entre los más necesitados.
El mundo se encuentra enfrentándose a grandes retos, como el cambio climático, la escasez de recursos y las nuevas luchas de poder que ponen en riesgo a millones de personas. Trabajar en concienciar y en expandir las actividades de beneficencia, nos ayudarán a construir redes más solidas para enfrentarnos a las adversidades que nos amenazan.
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