Podemos tener un coche, pero también debemos apostar por una movilidad sostenible

Cada 22 de septiembre celebramos el Día Mundial Sin Coche con el fin de promover una conciencia ecológica entre la ciudadanía mundial, para poder contribuir con el cuidado de la salud de las personas y del medio ambiente.

Está claro que este medio de transporte personal nos facilita el día a día, porque sin dependencia, ni tener que esperar en el andén o a la intemperie, podemos movernos de un sitio a otros cuando queramos.

El caso, es que las grandes ciudades han visto incrementada la contaminación debido a la cantidad de vehículos dada la gran huella de carbono que causan.

La huella de carbono de tu coche, nos pasa factura a todos

Es por ello, que en un día como hoy, y en la situación actual de crisis climática mundial que vivimos, utilicemos este día con el fin de dejar un lado el coche, y utilicemos nuestras piernas o el transporte público para contribuir un poco con la descontaminación del planeta.

Pero como todo, este día también tiene un origen, y este data del año 1973, cuando se limitó el acceso a las reservas de petróleo en determinados países europeos.

Entonces comenzaron a surgir ideas para dejar de usar tanto el coche particular, promocionando así el transporte público, una forma eficiente de desplazarse a donde se deseara.

Parece que hemos vuelto un poco al pasado, ya que la situación actual con los precios desorbitados del gas y la energía, han puesto a muchas personas en la situación de tener que ajustarse los bolsillos y tener que prescindir de llenar el deposito del coche por un tiempo.

Volviendo al pasado, fue en 1994 cuando dicha idea del día sin coche se convirtió en una iniciativa centrada en sensibilizar a la ciudadanía con alternativas de movilidad más sostenibles.

Por otro lado, debemos saber que no es recomendable usar el coche en trayectos cortos, por determinadas razones:

• Aumenta el tráfico y el caos en entradas y saludas de grandes ciudades
• Aumenta la huella de carbono
• Contribuye con índices altos de contaminación acústica y del aire.
• Provoca el envejecimiento prematuro de los pulmones y de las enfermedades respiratorias al todo el que respira el aire contaminado.
• Es un desembolso importante para la economía familiar y más con el actual precio variable de los combustibles, los seguros del vehículo, sus mantenimientos y los impuestos. Todos gastos que podríamos evitarnos reduciendo su uso.
• Afecta a la calidad de vida de los peatones, pues los vehículos reducen los espacios y la movilidad, afectando en mayor medida a niños y personas mayores.
• Cualquier lugar se convierte en una plaza de aparcamiento.
• Afecta a los propios conductores, que reducen su movilidad al ir sentados, dando lugar al aumento del ya de por sí exagerado sedentarismo que hay en toda la población.

Deja a un lado el volante, por tu salud y por la de todos

Por ello es muy importante que tengamos en cuenta estos aspectos a la hora de coger el vehículo. Esta claro que no para todas las situaciones se puede extender esta norma sostenible, pero en la medida que sea posible, optar por otros medios de transporte, y utilizar nuestras piernas nos dejarán beneficios notorios a corto y largo plazo.

La OMS expone que el 91 % de la población mundial habita en lugares donde la calidad del aire supera los límites de contaminación recomendados, por lo que dejar aparcado el coche por un día, y extenderlo si es posible, nos cuida a todos.