Lectura fácil
Una investigación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) revisa por primera vez los estudios sobre la ingestión de partículas de plástico en vertebrados marinos revelando un gran impacto en todos ello. El resultado del estudio, titulado ‘Microplásticos en biota marina: una revisión’, y ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista científica sobre contaminación marina de alcance internacional ‘Marine Pollution Bulletin’. El artículo hace una exhaustiva y profunda revisión de más de un centenar de referencias bibliográficas, evidenciando el enorme impacto de estas partículas en todas las especies estudiadas, sobre todo en las tortugas.
El estudio, basado en el trabajo final de máster de Kevin Ugwu Hernández, utilizó 132 estudios de todo el mundo, algunos de ellos realizados en Canarias, para definir el tipo, el tamaño, el polímero y el color predominante de los microplásticos en 4 grandes grupos de vertebrados (aves marinas, mamíferos marinos, tortugas y peces).
Este 16 de junio, Día Mundial de las Tortugas Marinas, rendimos homenaje a estos reptiles, que continúan en la actualidad amenazados a nivel global por diversos factores; la problemática de las basuras marinas, la contaminación, la degradación o pérdida de sus hábitats o las acciones derivadas de las actividades humanas, entre otros.
Las tortugas marinas: los quelonioideos
Este es el nombre de la superfamilia en la que se incluyen las tortugas marinas. Hay siete especies: la tortuga plana (Natator depressus), la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga boba (Caretta caretta), la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea) y la tortuga bastarda (Lepidochelys kempii).
Pertenecen a uno de los grupos de reptiles más antiguos del mundo, superando a las serpientes, los cocodrilos y los caimanes. Estas criaturas se remontan a la era de los dinosaurios: ¡unos 200 millones de años atrás!
En concreto, en España se caracterizan por ser especies altamente migratorias, ya que utilizan nuestras aguas como zona de paso en sus largos viajes a través del océano. Sin embargo, cada vez es más frecuente que utilicen las costas españolas durante su periodo de anidación debido a los efectos del cambio climático.
Características de estas tortugas
Según National Geographic, a las tortugas marinas se las reconoce fácilmente por sus caparazones cartilaginosos. Esta carcasa las protege de los depredadores, sin embargo, no todos son iguales. La tortuga laúd, por ejemplo, tiene un caparazón flexible.
De hecho, el caparazón de una tortuga forma parte de su esqueleto y se compone de más de 50 huesos, entre los que se incluyen la caja torácica y la columna vertebral.
No tienen dientes, sino una serie de picos de queratina (el mismo material del que están hechas las uñas) en la parte superior de sus bocas. Su alimentación depende del entorno en el que viven pero todas las tortugas marinas son omnívoras y su dieta puede variar desde algas a calamares, pasando por medusas. Es más, las tortugas parecen preferir alimentos de color rojo, naranja y amarilla.
Seis de las siete especies de tortugas marinas han sido declaradas en peligro crítico
Tristemente, y pese a todas sus características y adaptaciones, seis de las siete especies de tortugas marinas han sido declaradas en peligro crítico, en peligro o vulnerables según la Lista Roja de la UICN. Para la séptima especie se carecen de datos suficientes para establecer una clasificación.
Las tortugas marinas se enfrentan a diferentes amenazas como la pesca –cuando se quedan atrapadas en las redes y mueren ahogadas–, la destrucción de su hábitat –el desarrollo costero destruye sus lugares de anidación y la contaminación por el plástico–, la caza furtiva –los cazadores buscan la carne, los caparazones y los huevos de las tortugas, que son una delicatesen en algunas culturas– y el cambio climático –la subida del nivel del mar y la mayor intensidad de las tormentas–.
Organizaciones como la WWF trabajan por la conservación de las especies de tortugas marinas con iniciativas como la de «Adopta una tortuga». También puedes apadrinar una tortuga para ayudar a la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos, que cuenta con un centro ubicado en el antiguo Golf del Prat del Llobregat.
Gestión, protección y sensibilización: pilares clave del Life Intermares
Desde la Fundación Biodiversidad, como coordinadores del proyecto Life Intermares, continúan impulsando medidas de actuación para favorecer el asentamiento de las tortugas marinas en el litoral español, mejorar su conocimiento y garantizar su protección.
Con ese objetivo, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico avanza, con la implicación de comunidades autónomas litorales, universidades, centros científicos y de recuperación, en la Estrategia para la conservación de la tortuga común y otras tortugas marinas. A través de este documento, se recogerán medidas para su protección, actuaciones de seguimiento y líneas de investigación, que servirán de base para las acciones de conservación y gestión que desarrollen las diferentes administraciones implicadas.
Asimismo debido a la frecuencia de avistamiento y aparición de la especie Caretta caretta, la más común en aguas españolas, así como el aumento en el número de nidos, se hace necesario el impulso de medidas que contribuyan a su localización y garanticen su supervivencia. Por ello, durante esta temporada se intentará marcar a las hembras reproductoras para estudiar su comportamiento y facilitar la detección de sus nidos.
En este contexto, la participación ciudadana es esencial, ya que la presión humana en las playas es uno de los principales riesgos para estos nidos. Ante la localización de algún nido, rastro o ejemplar de tortuga marina, se debe avisar de inmediato al 112.
Añadir nuevo comentario