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Los jóvenes con discapacidad intelectual, del desarrollo y/o autismo, volverán a tener la oportunidad de formarse a través de programas universitarios para mejorar sus opciones laborales. Un total de 31 universidades españolas vuelven a querer formar parte de la séptima convocatoria lanzada por la Fundación ONCE con el objetivo de mejorar la inclusión laboral de este colectivo. Estas formaciones están previstas para el curso académico 2023/2024.
La iniciativa, que se lleva a cabo por séptimo año consecutivo, contando además con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo (FSE), a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), que está especialmente dirigida a todas las universidades españolas y centros adscritos para formar a los jóvenes con discapacidad intelectual, mejorando su autonomía conocimientos humanísticos y su preparación laboral.
31 universidades españolas ofrecerán formación a jóvenes con discapacidad intelectual
Entre estas 31 universidad que se han unido al programa encontramos las andaluzas de Almería, Córdoba o Granada, entre otras. Así como las madrileñas de Alcalá de Henares, Camilo José Cela o Complutense; las catalanas de Barcelona, Pompeu Fabra y Ramón Llull; las castellanoleonesas de Burgos, Salamanca y Valladolid; las valencianas de Miguel Hernández y Jaume I, y las gallegas de A Coruña y Vigo, entre muchas otras.
Por su parte, también impartirán cursos especializados en las universidades de Castilla-La Mancha (Albacete), la Universidad de Murcia, la Universidad Católica de Murcia, La Universidad Pública de Navarra, la Universidad de Extremadura y la Universidad de Cantabria. Estas formaciones tendrán que proporcionar a estos jóvenes con discapacidad intelectual, experiencias inclusivas y de normalización dentro de la comunidad universitaria y facilitarles una formación integral y personalizada.
Los jóvenes que decidan participar en estos programas de formación, deberán validar una discapacidad intelectual de un grado igual o superior al 33 %, además de encontrarse entre los 18 y 29 años e inscritas en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil de manera previa al inicio del curso. El objetivo principal del proyecto es mejorar la implicación de las universidad como agentes decisivos en la inclusión social y la formación de estos jóvenes, cuyo acceso a la educación superior resulta aún insignificante.
Un impacto positivo
Gracias a esta iniciativa, a lo largo de las seis primeras ediciones, unos 2.000 jóvenes con discapacidad intelectual han conocido la realidad universitaria. Además, han mejorado su perfil profesional gracias a las prácticas laborales que se incluyen dentro del programa, lo que en algunos casos ha supuesto una contratación posterior. Dentro del colectivo de las personas con diversidad funcional, estos jóvenes constituyen un grupo con especiales dificultades de inserción laboral, debido a su bajo nivel formativo.
Diversas investigaciones evidencian que la formación de personas con discapacidad intelectual en el entorno universitario en competencias profesionales generales, contando con una titulación emitida por la universidad, incide positivamente en su inserción laboral en diferentes sectores empresariales y supone un crecimiento mutuo para el alumnado con y sin discapacidad, gracias al intercambio.
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