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Los niños y niñas con diferentes tipos de discapacidad visual han disfrutado de un taller en compañía de Grupo Social ONCE y Play Doh.
Este taller, indicado para pequeños de entre 3 y 8 años, ha ido destinado para reforzar la autoestima y la creatividad de los menores a través del sentido del tacto y el trabajo en equipo.
En la sede de ONCE en Valencia, unos treinta niños y niñas con discapacidad visual han disfrutado moldeando la plastilina con sus propias manos.
La discapacidad visual moldea y da forma a la creatividad
Carlos María Salinas, docente presente en la actividad, explicó a EFE que se trata de un taller muy enriquecedor para los niños y niñas con discapacidad visual, así como para sus familiares y amigos.
De esta forma tan divertida y amena, se consiguen trabajar las capacidades sociales y las distintas formas de comunicación, buscando la inclusión.
Los encargados de guiar el taller ha sido el equipo educativo de ONCE en la capital valenciana. De esta forma los pequeños aprenden y trabajan con los músculos de las manos.
Así, moldeando plastilina de colores también se busca que la agilidad adquirida sea útil en tareas como el aprendizaje del braille.
Salinas ha querido destacar que "la creatividad es algo indiscutible en estas edades y para eliminar las barreras que se encuentran, cada vez menos, a lo largo de su vida, hay que mejorar el conocimiento tanto suyo como del entorno".
Por su parte, la ‘brand manager’ de Play-Doh, Andrea Puig, ha valorado que jugar con un material como la plastilina, en el que pueden combinar diferentes formas y colores de manera lúdica, ayuda a estimular sus sentidos y desarrollar su personalidad.
Y no solo eso, pues los educadores del Grupo Social ONCE coinciden en que este tipo de talleres les lleva a conocer a otros menores con discapacidad visual, por lo que esto contribuye a la relajación y por ende, a reducir la ansiedad infantil.
“La plastilina viene sin reglas, aquello que se imaginan lo pueden moldear con sus manos, aquello que tienen en mente lo llevan a la vida. Creemos que este producto es muy importante en esta edad temprana y les ayuda muchísimo”, ha dicho Puig.
Terapias muy necesarias para ayudar al desarrollo
Belén Boronat, subdelegada territorial de la ONCE, incide en que el taller de arteterapia hace que, mediante un espacio de convivencia, florezcan la creatividad, la motricidad fina y se ayuda al menor con discapacidad visual a prepararse para la lectoescritura.
Según ha dicho Boronat para EFE, el taller de plastilina sirve para demostrar que los niños no tienen prejuicios, pues se relacionan de forma innata con aquellos que cuentan con algún tipo de pérdida de visión y los que no.
Es por ello de vital importancia realizar este tipo de experiencias, ya que consiguen que los niños con discapacidad visual, sea la que sea, se hacen más autónomos, y a través de texturas, sacan su imaginación y le dan forma al mundo que les rodea y a su propio mundo interior.
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