El cuerpo humano ha evolucionado para protegerse del dolor físico y mental, pero algunas condiciones lo superan. Cerca de 20 afecciones se consideran "dolor tan incapacitante".
La actividad física aumenta la tolerancia al dolor, según un estudio reciente. Las personas físicamente activas tienen mayor resistencia al dolor que aquellas sedentarias.
El cambio meteorológico no solo afecta a los planes del día a día, también lo hace en nuestro cuerpo. Las personas meteorosensibles sufren el cambio de tiempo en sus cicatrices y huesos.