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Las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen en el mundo 118,5 millones de donaciones de sangre. El 40 % tiene lugar en los países más desarrollados, donde vive tan solo el 16 % de la población del planeta.
Han de ser regulares, porque solo se puede conservar un tiempo limitado
Existe una necesidad constante de donaciones de sangre regulares, ya que ésta solo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable. Las donaciones regulares por un número suficiente de personas sanas son imprescindibles para garantizar la disponibilidad segura en el momento y el lugar en que se precise.
En los países desarrollados, las transfusiones se usan sobre todo en las cirugías cardiovasculares, los trasplantes y el tratamiento de grandes traumatismos y tumores malignos sólidos. El hecho de que no haya disponible para transfusión puede ser causa de muerte y de sufrimiento para muchos pacientes.
Mientras que, en los países menos desarrollados, las personas que suelen precisar transfusiones sanguíneas son las mujeres con complicaciones en los partos, los niños con anemia grave, las personas con traumatismos graves provocados por catástrofes naturales o por el hombre, muchos pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas y médicas complejas y enfermos de cáncer.
La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona
Hay muchas personas que no pueden acceder a tiempo a transfusiones seguras que necesitan, sobre todo en las regiones más desfavorecidas del planeta, apuntan expertos de la OMS. La tasa de donación por cada mil personas es de 31,5 donaciones en los países con ingresos per cápita altos, 15,9 en los de ingresos medianos altos, 6,8 en los de ingresos medianos bajos y 5 en los de ingresos bajos.
En muchos países no pueden asegurarse de que sus exigencias de este líquido son suficientes y de que no estén contaminadas por diferentes virus por la escasez de medios y la falta de concienciación o formación de los ciudadanos.
¿Cómo está afectando la pandemia?
La Covid-19 está perjudicando investigaciones imprescindibles para el futuro de muchas personas. El miedo al SARS-CoV-2 hizo que al comienzo de la pandemia no se permitiera a los institutos de investigación trabajar con la sangre de pacientes infectados por este virus.
Sin embargo, los científicos han afirmado que este es el líquido biológico más seguro de los enfermos con Covid-19, ya que este virus no es el VIH o el de la hepatitis C y debemos de perderle el miedo y la histeria. De momento solo se permite trabajar con sangre de estos pacientes en laboratorios de bioseguridad de nivel 3, algo que, puede resultar innecesario en el caso del nuevo coronavirus.
Ciertamente, este líquido es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona: el regalo de la vida. Donar puede salvar una vida, o incluso varias si la sangre se separa por componentes –glóbulos rojos, plaquetas y plasma–, que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas.
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