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Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos y este año 2020 pone el foco en la innovación como herramienta orientada a crear un océano sostenible en el marco de la economía azul.
En este sentido, el sector empresarial tiene un importante papel que asumir a través de la reformulación de sus negocios para aumentar su impacto positivo y reducir sus impactos negativos en el ecosistema marino.
La sostenibilidad de los océanos en el contexto de la economía azul
Para favorecer la contribución empresarial al cuidado del océano, la Red Española del Pacto Mundial ha editado el paper “Océanos saludables y sostenibles: oportunidades para el sector empresarial en la economía azul”. Con ello, insta a empresas y organizaciones a tomar medidas eficaces que contribuyan a la salud y prosperidad del océano basadas en los principios de la sostenibilidad y la Agenda 2030.
En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva de la Red Española del Pacto Mundial, “este papel nace con el objetivo de visibilizar la importancia del cuidado del océano y las oportunidades que este ecosistema puede ofrecer para la economía y el sector privado. Es hora de que el ODS 14 de vida submarina, abandone la última posición como ODS menos trabajado, tanto a nivel nacional como mundial, y se coloque en el lugar que se merece. Para ello, todos los actores implicados debemos trabajar unidos hacia la protección de este ecosistema y el fomento de una economía azul sostenible.”
Proteger los océanos es cosa de todos
Para visibilizar la necesidad de trabajar en la sostenibilidad del océano, el documento hace especial hincapié en el peso de la economía azul, tanto a nivel global como nacional. En concreto, destaca que el valor actual de mercado de los recursos e industrias marinas y costeras globales se estima en 3 billones de dólares al año, es decir, alrededor del 5% del PIB mundial. En el plano nacional, la economía azul emplea a más de 691.000 personas y genera alrededor de 23.000 millones de euros de valor agregado bruto.
A todo esto, el documento de la Red Española hace un recorrido por las oportunidades que ofrece el océano en sectores clave para la economía como el turismo, el transporte marítimo y actividades portuarias, la pesca y acuicultura, la biotecnología, la minería submarina o la energía oceánica renovable.
Y es que la última es relevante en especial, ya que, según recoge el documento, para 2050 la energía oceánica podría proporcionar el 10% de las necesidades actuales de electricidad de Europa.
Efecto en la Agenda 2030
La contaminación, la basura marina y los plásticos, de los cuales se estima que 13 millones de toneladas llegan al océano cada año, causan la muerte de 100.000 especies marinas; la destrucción del hábitat y la pérdida de biodiversidad; la sobrepesca y sobre explotación de recursos marinos; y la débil gobernanza.
Estas cuestiones que no solo ponen solo en peligro el ODS 14 de vida submarina, sino que impactan en los 17 Objetivos restantes dada la fuerte vinculación de este ODS con el resto de la Agenda 2030.
¿Qué es la economía azul?
La economía azul engloba a empresas y emprendedores, y su principal fundamento es que las empresas sean eficientes a la hora de producir bienes y servicios.
Asimismo, la economía azul busca sacar el máximo partido a los recursos disponibles, todo ello sin olvidar que los residuos también tienen que ser aprovechados. Y es que para la economía azul, los residuos son considerados otra fuente de riqueza.
Contribución empresarial al cuidado del océano
Más de 60 empresas han firmado ya en todo el mundo los Principios para un océano sostenible impulsados por el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
Entre ellas se encuentran 21 españolas: ABANCA, AIMPLAS, Baleària, Biosabor, Bolton Food S.L., Centros Deportivos Be Up, Construcciones y Obras Publicas San Emeterio S.A. (COPSESA), ELEVEN, Europa Mundo Vacaciones, Fuerte Group Hotels, Fundación Sieneva, Grupo Calvo, Grupo Nueva Pescanova, José María Lázaro, S. A. – TAISI, Julio Cabrero & Cía, Luxeapers, Marcas de Restauración, Navantia, OPAGAC, Servar y Sodexo Iberia.
Con el paso de los años, las empresas y la sociedad en su conjunto empiezan a tomar en consideración las necesarias medidas de protección del medio ambiente. Porque el futuro es de todos y tiene que ser sostenible para asegurar el funcionamiento de la economía.
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