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Estamos viviendo ya la peor crisis económica y social que se recuerda desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Su impacto está siendo demoledor en todos los aspectos y pone en peligro la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como los ODS de la Agenda 2030 de la ONU.
La actual crisis sanitaria surge de un brote de COVID-19 en China que en poco tiempo se ha extendido por todo el mundo convirtiéndose en pandemia, dejando millones de infectados y miles de muertos en todo el mundo.
Los ODS de la Agenda 2030, tocados frente a una crisis inaudita
Por un lado, el ODS 3 (La importancia de la salud y bienestar) ha sido el primer perjudicado en este contexto. Y es que los sistemas sanitarios de los países más avanzados del mundo se han visto colapsados ante la situación.
Es el caso de España, donde el ejército ha tenido que colaborar construyendo hospitales de campaña improvisados para atender al gran número de pacientes ingresados.
Pero más allá, la falta de material sanitario ha sido otra de las grandes cuestiones durante la crisis. La gran dependencia de los productos chinos provocó que en los momentos más arduos de la crisis sanitaria no hubiese material para todos, convirtiéndose en una guerra diaria por comprar lotes de guantes, mascarillas y test de la enfermedad.
De hecho, es conocido por todos que el personal sanitario ha estado trabajando con medios muy limitados, llegando a tener que reutilizar mascarillas ante la falta de ellas. En consecuencia, España llegó a ser el país en el que más sanitarios se habían contagiado de todo el mundo.
Los niveles de pobreza se disparan por la crisis
A raíz de la crisis sanitaria, los estados han tenido que aplicar medidas muy restrictivas que han limitado la libertad de movimiento de los ciudadanos.
Tanto en Asia, Europa, como en Estados Unidos, los gobiernos han puesto en confinamiento a su población con el fin de frenar la curva de contagios y no desbordar los sistemas sanitarios.
No todos los países han afrontado la crisis de la misma manera, pero lo que es cierto es que el confinamiento ha llevado a la paralización del tejido económico casi en su totalidad. Bares, restaurantes, cafeterías, centros comerciales y de ocio, miles de negocios cerrados por precaución.
En consecuencia, los sectores afectados han tenido que despedir personal o aplicar reducciones de plantilla, que en España conocemos como ERTE. El resultado ha sido millones de hogares sin ahorros ni prestaciones económicas que han tenido que salir adelante pidiendo ayuda a organizaciones sociales. Con ello, el ODS 1 (Fin de la pobreza) también se ha caído en los últimos meses.
"Hambre cero", el ODS de la Agenda 2030 que tampoco cumple
En relación con lo anterior, el ODS 2 (Hambre cero) tampoco se está cumpliendo a niveles generales. Porque bien es cierto que en los países desarrollados las economías cuentan con más medios de protección social para evitar estos casos.
Sin embargo, hay muchos otros países en el mundo que pasan verdaderas miserias cada día y las medidas de confinamiento también se han aplicado, dejando sin posibilidad de trabajar a millones de personas.
La principal diferencia entre el primer mundo y los países en desarrollo es que las medidas de protección social hacia los trabajadores y las familias son dispares. Por ejemplo, en los países europeos la crisis está destruyendo la economía, pero aún así hay prestaciones económicas para quienes pierden su empleo. Esto no ocurre en países en los que la mayor parte de los trabajos se hacen en el marco de la economía sumergida.
No obstante, la economía sumergida existe en todos los países, aunque sea más frecuente en unos que en otros. Pero la crisis también ha dejado desamparadas a familias dependientes de sus labores en la economía sumergida, como son las asistentas del hogar sin contrato.
¿Cómo pinta el futuro de los ODS?
Pues bien, claro está que la crisis no solo afecta a estos tres Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que hay 17 y todos están en riesgo.
Como ya hemos visto en otras coyunturas económicas negativas, los estados optan por retrasar cumplir con los acuerdos mundiales para centrar sus esfuerzos en la recuperación económica temprana.
A todo esto, en Europa ya hay un manifiesto firmado por varios países que apuesta por el Pacto Verde para superar la crisis económica con políticas relacionadas con los ODS de la Agenda 2030.
De todos modos, quedan todavía muchas cosas por resolver, ya que aunque lo peor de la pandemia parece haber pasado, se esperan próximos rebrotes del COVID-19 de cara al otoño. Mientras tanto, seguimos sin vacuna, las empresas reducen sus inversiones y los Gobiernos elevan su deuda para evitar una catástrofe socioeconómica mucho peor.
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