Lectura fácil
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado luz verde, por primera vez, al uso de misiles de largo alcance proporcionados por su país a Ucrania, con el objetivo de llevar a cabo ataques dentro del territorio ruso. Así lo informaron este domingo The New York Times y el Washington Post, basándose en declaraciones de fuentes de la Casa Blanca.
Estas fuentes señalaron que, en un principio, los misiles probablemente se utilizarán contra tropas rusas y norcoreanas, con el propósito de proteger a las fuerzas ucranianas en la región de Kursk, situada en el oeste de Rusia.
De acuerdo con el Times, esta decisión representa un giro significativo en la estrategia de Estados Unidos. La medida ha generado divisiones entre los asesores de Biden y llega apenas dos meses antes de que Donald Trump, presidente electo, asuma el cargo, tras haberse comprometido a reducir el apoyo a Ucrania.
EE. UU. autoriza a Ucrania el uso de misiles ATACMS
La autorización a Ucrania para emplear misiles de largo alcance, conocidos como Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), se ha dado en respuesta a la decisión de Rusia de involucrar a tropas norcoreanas en el conflicto, según fuentes consultadas por The Times.
El ATACMS es un sistema de misiles supersónicos guiados, capaz de llevar una ojiva de bombas de racimo o convencional, con un alcance máximo de aproximadamente 305 kilómetros.
Aunque las fuentes de la Casa Blanca aseguran que no se espera que esta medida altere de forma significativa el curso de la guerra, uno de los propósitos de la decisión es enviar un mensaje a Corea del Norte, advirtiendo que sus fuerzas son vulnerables y que no deberían enviar más tropas.
Posibles negociaciones
Si bien se anticipa que Ucrania utilice inicialmente estas armas contra las tropas rusas y norcoreanas que representan una amenaza para las fuerzas ucranianas en Kursk, Biden podría autorizar su uso en otros frentes.
Una fuente citada por The Washington Post indicó que la autorización "tendrá un efecto muy específico y limitado" en el campo de batalla, con el fin de evitar una escalada del conflicto.
Otras fuentes han sugerido que este gesto de Biden busca fortalecer la posición de Ucrania en caso de que se inicie una negociación con Moscú tras la llegada de Trump a la presidencia en enero.
La línea roja de Putin
Desde hace tiempo, Vladimir Putin había establecido como línea roja el uso de misiles de largo alcance contra el territorio ruso. El presidente ruso vería este paso como una declaración de guerra por parte de la OTAN, lo que alteraría completamente la situación.
"Esto cambiaría fundamentalmente la naturaleza del conflicto", afirmó Putin en septiembre. "Significaría que los países de la OTAN, Estados Unidos y las naciones europeas, están combatiendo directamente contra Rusia", añadió el mandatario ruso.
"No importa quién intente interponerse en nuestro camino o amenazar a nuestro país y a nuestro pueblo, deben saber que Rusia responderá sin dudar", advirtió Putin, quien concluyó con una ominosa declaración: "Las consecuencias serán algo que nunca han experimentado en toda su historia".
Tras estas palabras, persiste la amenaza implícita pero constante de Rusia de recurrir a armas nucleares desde que comenzó su invasión de Ucrania.
Añadir nuevo comentario