EFSA: inocuidad de glifosato y modelo agrícola se deben abordar por separado

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12/12/2017 - 10:51
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Roma, 12 dic (EFE).- La inocuidad del glifosato y el modelo de agricultura se deberían debatir por separado, según el director ejecutivo de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), Bernhard Url, a raíz de la polémica renovación de la licencia de ese herbicida en la Unión Europea.

Url, que esta semana visita Roma para reunirse con las autoridades italianas y participar en una conferencia, subrayó en una entrevista a Efe que "no hay duda de que, con el conocimiento que se tiene", la cuestión del glifosato está "solucionada" desde el punto de vista científico.

Hace dos años los expertos de la EFSA concluyeron que era "improbable" que ese herbicida, el más usado en el mundo, presentara riesgo de provocar cáncer en los seres humanos y no se le podía clasificar como cancerígeno, al igual que luego se pronunció la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA).

Justo hoy la Comisión Europea tiene previsto formalizar la decisión de renovar la licencia de ese producto por cinco años más, después de que el pasado 27 de noviembre saliera adelante un difícil acuerdo con el respaldo de 18 países pese a la fuerte oposición ciudadana.

En el procedimiento contaron las opiniones favorables de la EFSA y la ECHA, aunque el director ejecutivo de la primera insistió en que ellos solo han seguido el marco legal aprobado en la UE en 2009 para evaluar ciertas sustancias, al igual que han hecho en otras "400 ocasiones".

Según ese procedimiento, recordó, la industria tiene la obligación de llevar a cabo los estudios sobre la inocuidad de las sustancias que quiere comercializar, los cuales son revisados por la EFSA junto con toda la literatura científica publicada en los últimos diez años y los informes recibidos durante la fase de consulta pública.

"Algunas veces somos alabados por este trabajo cuando encaja con cierta agenda política y otras veces somos criticados si no encaja. Es el problema que tenemos cuando la ciencia se topa con la política", aseguró.

A su juicio, el glifosato ha dado lugar a un debate "más amplio" en el que ya no se trata de que una sustancia no cause daño, sino del modelo europeo de agricultura, dos cuestiones "que deberían estar separadas".

El uso de pesticidas o la existencia de los residuos químicos en los alimentos "son discusiones muy legítimas a nivel social y político", dijo Url, pero "si se quiere otro modelo de protección para las plantas en Europa, no habría que discutir la inocuidad del glifosato, sino la forma en que se realiza la agricultura".

El responsable austriaco, de quien se llegó a pedir su dimisión en el Parlamento europeo por su supuesta relación con los llamados "Papeles Monsanto", reconoció una pérdida de confianza en su labor.

La desclasificación de documentos internos de Monsanto, la multinacional cuyo herbicida Round Up contiene glifosato, mostró presuntas manipulaciones de esa firma y su inclusión en el trabajo de agencias que se suponían independientes.

Sin embargo, el director de la EFSA contestó que siempre han aplicado principios basados en la evidencia científica y que, en el caso de esa sustancia, "todas las agencias reguladoras en todo el mundo han llegado a la misma conclusión".

No así el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sí calificó el glifosato como "probablemente cancerígeno" para las personas, si bien Url consideró que su agencia se debe a su marco legal y "mira a una cantidad mayor de evidencias".

Además, apuntó que su trabajo "ha sido alabado" en otras tantas ocasiones y que desde noviembre de 2015 han examinado 47 sustancias similares al glifosato "de la misma forma" sin que "nadie se haya interesado por ellas, algunas sin duda más tóxicas".

Las prioridades actuales de la EFSA siguen siendo múltiples. Desde examinar los patógenos transmitidos por los alimentos hasta el combate a la "Xylella", bacteria que ataca al olivo y para la que se requieren "programas de investigación a largo plazo".

El responsable también se refirió a la resistencia a los antimicrobianos, ya que "se necesitan más evidencias sobre el uso de los antibióticos en la producción" alimentaria.

Y entre los factores a tener en cuenta, mencionó el comercio, la migración y el cambio climático por el riesgo de que lleven más enfermedades a Europa.

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