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Asunción, 19 feb (EFE).- El Banco Mundial planteó este martes una transición de Paraguay hacía un modelo económico y social más sostenible que supere la desatención del capital humano, durante la presentación de su Diagnóstico Sistemático del país suramericano en el que estudia los avances de esa nación en los últimos años.
El actual modelo económico paraguayo se sustenta en una sobreexplotación de su capital natural y en esa desatención del capital humano, ya sea por su limitada formación o por la alta tasa de informalidad, dos factores, entre otros, que para el Banco Mundial lastran el avance del país.
No obstante, la institución también observó, en un acto en un hotel en Asunción, que en la última década Paraguay consiguió logros importantes, como la reducción de la pobreza, el aumento de la clase media y un crecimiento económico en torno al 4,7 %.
Unos datos con los que el Banco Mundial cuenta como base para proponer cambios en el modelo económico, enfocados a invertir en capital humano, preservar el capital natural, fortalecer las instituciones y mejorar la calidad de los servicios públicos.
El director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay, Jesko Hentschel, reconoció hoy durante la presentación del documento esos avances, pero señaló también los desafíos que se presentan ante la transición de modelo.
"Para nosotros es importante que el modelo de Paraguay evolucione hacia la sustentabilidad. En nuestra opinión, hay sobreexplotación del capital natural, de los bosques, de la tierra (...) Hay que utilizar un bono demográfico bastante alto, que va a estar más chiquito en los próximos años, y tener un cambio de este modelo a un modelo de crecimiento que utiliza otros factores, especialmente el capital humano", explicó Hentschel.
De ahí que insistiera también en la necesidad de una reforma educativa que eleve el nivel de la educación en Paraguay, ya que de los 11 años de media que dura la educación en el país, solo se consideran efectivos siete, con una brecha de 4 puntos.
Además enfatizó que el país debe luchar contra la informalidad en los empleos, ya que "la economía subterránea de Paraguay, como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) es del 40 % y no cambió tanto en los últimos años".
Para el Banco Mundial existen en la actualidad tres factores que están frenando ese desarrollo y cambio de modelo en el país: la concentración de poder y tierras, la ya citada informalidad y la ineficiencia de los servicios públicos, como dijo Hentschel en su intervención.
También subrayó que, como otro de los pilares de cambio, las instituciones públicas deben promover la transparencia, fomentar una participación ciudadana real, mejorar las políticas anticorrupción, crear un clima favorable para los negocios y ofrecer seguridad jurídica.
El Banco Mundial espera que estas modificaciones se produzcan a lo largo de los próximos cinco años, un periodo en el que estará cooperando con Paraguay con análisis y estudios técnicos y una financiación de unos 1.000 millones de dólares.
La representante residente del Banco Mundial en Paraguay, Celia Ortega, añadió que este documento es la base de discusión con el Gobierno paraguayo para diseñar el marco de cooperación del próximo lustro.
Ortega subrayó que en los últimos años Paraguay ha "cambiado mucho" y ha logrado "una estabilidad macroeconómica envidiable", aunque todavía hay que seguir avanzando para transformar las políticas "en empleos, en trabajo y en realidad para los paraguayos".
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