Lectura fácil
Desde la celebración de las Elecciones Generales de abril hasta el inicio del debate de investidura fallida del pasado mes de julio, había pasado ya 85 días de completa inactividad política en el Congreso de los Diputados al no estar en función el Gobierno.
El Estado ha gastado casi 14 millones en políticos que no han trabajado
Pues bien, todo ello tiene un coste aunque parezca que no, ya que nuestros políticos cobran lo mismo trabajen o no trabajen porque haya o no haya formado un Ejecutivo. Nada menos que 13,9 millones de euros es la cifra que ha tenido que desembolsar el Estado en todo ese período de tiempo. Y es que solo por el hecho de estrenar legislatura, sus señorías han estrenado móviles y Ipads que hay que sumar a sus respectivos salarios y subvenciones a las distintas formaciones políticas representadas en el Parlamento.
Lo peor de todo es que en ese montante solo van 85 días hasta la semana de la investidura fallida de finales de julio, pero hay que seguir sumando días porque durante todo el mes de agosto seguiremos sin Gobierno.
En el mejor de los casos, en septiembre se lograría por fin la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. No obstante, aún está todo en el aire porque de las negociaciones poco o nada sabemos ya desde que comenzase el mes de agosto. Bien es cierto que la intención de Sánchez es resolver la parálisis cuanto antes, motivo por el cuál ha aplazado sus vacaciones reduciéndolas a solo una semana este mes.
Dato a dato, el coste de la política española
Cada día, el Parlamento dedica 99.529 euros a salarios de diputados y senadores y otros 44.700 euros a ayudas a los partidos, tal y como publica el portal Newtral. Es decir, cada día de parálisis política cuesta más de 144.000 euros a las Cortes Generales.
De manera que este mes de agosto tendrá un coste de 3 millones de euros en sueldos y otros 1,37 millones en subvenciones. En total, 31 días de inactividad tanto en el Congreso como en el Senado que habrá que sumar a la cuenta de días en blanco en la política española.
¿Y si se repiten las elecciones?
Si la parálisis continuase y se disolvieran las Cortes el 24 de septiembre por no haberse investido un presidente, la factura seguiría creciendo. Nada menos que 2,28 millones de euros en sueldos y 1,028 millones en subvenciones a los partidos. En resumen, si se tuvieran que disolver las Cortes para convocar unas nuevas elecciones, el Parlamento habría acumulado un coste de casi 23 millones de euros (22,79 millones).
La cosa no quedaría ahí porque una repetición electoral tendrían un coste de aproximadamente 180 millones de euros. Mientras tanto, nuestros políticos siguen sin tener ningún tipo de incitación a la responsabilidad política, ya que mientras tanto siguen cobrando.
Añadir nuevo comentario