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Sao Paulo, 15 ene (EFE).- Las acciones del fabricante brasileño Taurus, líder mundial en la producción de revólveres y uno de los mayores de pistolas, se desplomaron hoy en la bolsa de Sao Paulo, tras el decreto firmado por el presidente del país, Jair Bolsonaro, que flexibiliza la posesión de armas de fuego.
Los títulos ordinarios de la compañía (FJTA3) cayeron un 21 %, mientras que los preferenciales (FJTA4) perdieron un 22 % de su valor, en medio de un fuerte proceso de volatilidad desde la irrupción del mandatario ultraderechista.
La aguda caída de este martes responde a "una posible apertura del mercado de producción de armas en Brasil", que coincide con las nuevas normas determinadas por el presidente, según explicó a Efe Rafael Passos, analista de Guide Investimentos.
A pesar de la caída de hoy, los papeles de Taurus han experimentado una subida de alrededor del 50 % de media en lo que va de mes y acumulan un alza de un 300 % en los últimos doce meses, en un movimiento altamente especulativo, de acuerdo con el especialista.
En este sentido, los inversores reaccionaron de forma negativa para recoger los beneficios obtenidos durante las primeras sesiones del mes, pero también por las declaraciones del ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni, quien aseguró que está en "en estudio" abrir el mercado para otras empresas diferentes de Taurus.
"Siempre recordamos que debería haber la instalación de fábricas aquí en Brasil. En la mayoría de los países es una condición para la competencia, entonces, el Gobierno piensa un poco en esa línea de atraer y poder recibir aquí nuevas fábricas", comentó el ministro a medios.
Para Passos, "Bolsonaro ya dejó claro que iba a acabar con el monopolio de Taurus en Brasil".
Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército y líder de la extrema derecha en Brasil, facilitó hoy por decreto la posesión de armas para civiles, cumpliendo así una de sus principales promesas de la campaña electoral.
El gobernante amplió los escenarios en que los brasileños podrán demostrar "la efectiva necesidad" de comprar un arma, entre ellos, ser residente en zonas rurales o urbanas, en este último caso con índices anuales superiores a diez homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que abarca a prácticamente todo el país.
Asimismo mantuvo los requisitos ya existentes como ser mayor de 25 años de edad sin antecedentes penales ni procesos pendientes en la Justicia, tener una "ocupación lícita" y residencia comprobada y aprobar exámenes psicotécnicos y de tiro.
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