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Fráncfort (Alemania), 14 mar (EFE).- El grupo Lufthansa obtuvo en 2018 un beneficio neto atribuido de 2.163 millones de euros, un 8 % menos que un año antes, debido al aumento de los costes por queroseno, las pérdidas de Eurowings derivadas de la integración de Air Berlin y los gastos por retrasos y cancelaciones.
Lufthansa informó hoy de que el resultado operativo bajó el pasado ejercicio un 10 %, hasta 2.974 millones de euros.
Sin embargo, la facturación subió en 2018 un 6 %, hasta 35.844 millones de euros, pero tras la aplicación de las nuevas normas de contabilidad el incremento fue sólo del 1 %.
Los costes por combustible aumentaron el pasado ejercicio en 850 millones de euros, hasta 6.100 millones de euros, y subirán este año por valor de 650 millones, según la aerolínea, que precisó que los gastos generados por los retrasos y cancelaciones se incrementaron en un 70 %, hasta 518 millones de euros.
Sin embargo los costes por unidad, descontados los efectos del combustible y los tipos de cambio, se redujeron un 1,7 %.
El flujo de caja libre del grupo Lufthansa se redujo el año pasado un 88 %, hasta 250 millones de euros, tras el aumento de la compensación variable y de impuestos por el incremento del beneficio en 2017.
El presidente y consejero delegado del grupo Lufthansa, Carsten Spohr, dijo al presentar las cifras que se trata del segundo mejor resultado en la historia de la compañía.
El resultado de la aerolínea de vuelos de bajo coste Eurowings estuvo lastrado por unos costes de 170 millones de euros por la integración de Air Berlin.
Eurowings registró una pérdida operativa antes de extraordinarios de 231 millones de euros, frente al beneficio de 60 millones en 2017, tras la integración de Air Berlin, que se completó a finales del tercer trimestre.
"Continuamos trabajando en reducir más nuestros costes por unidad año tras año", algo que lograron en 2018 por tercer año consecutivo, dijo el director Financiero, Ulrik Svensson.
La dirección de la aerolínea propondrá en la próxima junta general de accionistas el pago de un dividendo de 0,80 euros por acción por 2018.
El grupo de aerolíneas Lufthansa invirtió 3.800 millones de euros en 2018, una gran parte de esta cantidad en nuevos aviones que consumen menos combustible.
La flota de aeronaves de las aerolíneas del grupo Lufthansa aumentó en 35 aviones, hasta 763 a finales de 2018.
Lufthansa compró ayer 40 nuevos aviones Boeing y Airbus de largo recorrido, que serán entregados a partir de finales de 2022 y hasta 2027 y sustituirán a la flota actual.
La deuda financiera aumentó el año pasado un 21 %, hasta 3.500 millones de euros, frente a los 2.900 millones de euros en 2017.
El grupo Lufthansa, que quiere aumentar sus capacidades en verano un 1,9 %, en vez del 3,8 % previsto antes, espera un aumento de la facturación de una cifra porcentual media de un dígito en 2019.
La compañía ya había dicho que el fuerte aumento de capacidades por la insolvencia de Air Berlin iba a ser menor a partir de 2019.
Además, la aerolínea quiere compensar el aumento del gasto por queroseno mediante la reducción de otros costes y prevé que Eurowings logre un resultado operativo antes de extraordinarios equilibrado este año.
En cuanto al transporte de pasajeros, las aerolíneas del grupo Lufthansa trasladaron en los dos primeros meses casi 18 millones de viajeros, un 3,4 % más que en los mismos meses de 2018.
La ocupación de los aviones de pasajeros de Lufthansa subió hasta febrero al 76,3 %, 0,4 puntos porcentuales más que un año antes.
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