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Davos (Suiza), 24 ene (EFE).- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, ha rechazado hoy en Davos que el país haya vuelto al proteccionismo, ha defendido que está "abierto a los negocios" y ha asegurado que lo que es bueno para EEUU "es bueno para el mundo".
Mnuchin ha ofrecido hoy una rueda de prensa en el Foro Económico Mundial, en la que ha estado acompañado del secretario de Comercio, Wilbur Ross; ambos forman parte de la mayor delegación que Estados Unidos ha enviado en la historia del Foro, compuesta por diez miembros del gabinete del presidente Trump.
Mnuchin ha negado que la agenda del presidente Trump, cuyo lema es "America First" (América primero) esté en contradicción con el deseo del país de establecer acuerdos de comercio bilaterales en todo el mundo.
El objetivo de la administración Trump es justamente establecer este tipo de acuerdos, a lo que el secretario de Comercio, Wilbur Ross, ha apostillado que algunos socios comerciales de Estados Unidos son proteccionistas, ya que "aunque ellos se consideren adalides del libre comercio, es a Estados Unidos al que se tacha de ello cuando denuncia malas prácticas".
Lo que hace el presidente Trump, ha explicado Mnuchin, es proteger los intereses de los trabajadores y consumidores estadounidenses, que es lo que se espera que haga cualquier líder.
En cuanto a la cotización de la moneda estadounidense, Mnuchin ha indicado que el del dólar es uno de los mercados más líquidos del mundo y que lo que ocurra a corto plazo no les preocupa.
Un dólar débil, ha asegurado, es bueno para el comercio, y a largo plazo la fortaleza de la divisa es un signo de fortaleza de la economía.
En cuanto a la reforma fiscal recientemente aprobada en Estados Unidos, Mnuchin ha dicho que al mercado "le ha gustado mucho", y ha permitido que varias compañías hayan repatriado "millones, o incluso billones de dólares", como ha sido el caso de Apple.
"No podemos estar más satisfechos", ha añadido, porque la respuesta de las compañías estadounidenses ha sido mucho mejor de lo esperado.
Por lo que respecta a las relaciones con China, y las posibles represalias que pueda adoptar con la subida de tarifas, ha indicado que "cada vez que tomas una decisión la otra parte puede reaccionar".
No cree que China vaya a reducir las compras de deuda estadounidense, y tampoco ha querido entrar en si hay una "burbuja" en los activos de Estados Unidos; nadie, "ni siquiera los expertos de Davos", puede predecir el comportamiento de los mercados.
Pero si se tiene en cuenta el crecimiento económico del país, ha añadido, frente al resto del mundo, se puede afirmar que "es muy atractivo para los inversores".
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