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Madrid, 29 ene (EFE).- El vuelco demográfico "sin precedentes en la historia de la humanidad", con el aumento exponencial de la esperanza de vida en el último siglo, está cambiando la forma de envejecer y en los próximos años se verán "auténticas revoluciones en el perfil de la vejez".
Vivir muchos más años y con una mayor calidad de vida desde el nacimiento está cambiando la manera de envejecer y está propiciando una nueva vejez "muy revolucionaria" en la que los mayores tendrán una mayor contribución a nivel familiar, relacional y social.
"Vamos a ver en los próximos años gente mayor con un impulso, una actividad, una contribución -en lo micro, a sus propias familias y a sus relaciones, pero también a nivel social- que todavía no sospechamos", ha explicado hoy el investigador del CSIC Julio Pérez.
Las próximas generaciones de personas mayores estarán compuestas por titulados universitarios, con un buen nivel socioeconómico y con buena salud, debido a una calidad de vida elevada desde su nacimiento, algo insólito hasta la fecha.
"Desde los años 80 hemos descubierto que la esperanza de vida ya no solo se consigue eliminando defunciones precoces, (...) ahora se evita la muerte de gente de edad avanzada y esto es nuevo y tiene que ver con que hemos mejorado mucho en términos médicos, sanitarios, de planificación de servicios, pero también con que están llegando generaciones que ya de partida venían mucho mejor".
Así se ha manifestado el investigador del CSIC este martes en la presentación en Madrid del monográfico "Envejecimiento de la población, familia y calidad de vida en la vejez", de la revista "Panorama Social" de Funcas.
En 1900, la esperanza de vida al nacer en España era de 34 años, hoy se sitúa en 83, un "cataclismo" en términos históricos al que se ha llegado gracias a que se invierte más "tiempo, esfuerzo y dinero" en el cuidado de los hijos: "El gran cambio es que se ha dejado de explotar a los niños", ha explicado Pérez.
El cuidado de los hijos no solo ha aumentado la esperanza de vida, sino que ha tenido un impacto directo en el descenso del número de hijos por familia.
El envejecimiento, que es la combinación del aumento de la esperanza de vida y la caída de la fecundidad, es un "extraordinario logro social sin precedente que deberíamos celebrar", ha indicado la profesora de Sociología de la UNED Elisa Chuliá.
Y ese envejecimiento sistémico está cambiando, ha dicho el investigador del CSIC, las familias, las relaciones de género y las relaciones entre generaciones. También la medicina, la dependencia y los cuidados.
Pérez ha recordado que la mujer, "con esta nueva eficacia reproductiva", "ya no está atada a la función reproductiva como lo ha estado en toda la historia humana".
"Es una muy buena noticia, porque eso ha liberado mano de obra en el mercado laboral en una cantidad muy notable. A veces se piensa que el cambio demográfico es un problema para el mercado laboral y va a provocar falta mano de obra, pero hasta ahora ha sido todo lo contrario", ha destacado.
Entre los cambios de la nueva vejez está la proliferación de hogares familiares formados por una pareja mayor que se provee cuidados recíprocos: "El hombre cuida en la vejez", ha subrayado Chuliá.
"¿Es una mala noticia el envejecimiento? Claramente no en la medida en que el tiempo es la materia específica de la vida y le estamos ganando tiempo a la vida. (...) Pero plantea cuestiones muy relevantes que se pueden convertir en problemas muy significativos", ha aseverado la profesora de Sociología.
Chuliá ha afirmado que el estado de bienestar en España está "muy sesgado hacia los mayores", que cada vez viven más años, por lo que pide que se aborde el envejecimiento de manera sistémica teniendo en cuenta el empleo, las pensiones, la sanidad, la calidad de vida...
EL "PROBLEMA COMPLEJO" DE LAS PENSIONES
La investigadora ha incidido en que en los próximos 15 años llegarán al sistema de pensiones los nacidos en la generación del baby boom, por lo que considera que se deben hacer reformas relativas a ingresos y gastos que permitan su sostenibilidad.
"Nuestros mayores llegan a la jubilación con carreras laborales muy buenas, probablemente mejores de las que tendrán nuestros jóvenes, con pensiones medias buenas y van a vivir muchos años", ha apuntado.
Aboga por un esquema que permita financiar las prestaciones sociales sin que ello impida el crecimiento y la competitividad de la economía, lo que "precisa de mucha audacia política".
Entre las medidas que recomienda se encuentra la incorporación de más personas al mercado de trabajo y su permanencia durante más tiempo, es decir, retrasar la edad de jubilación.
"Los pensionistas deben ser conscientes de que la solidaridad intergeneracional no puede ir solo en una dirección, porque las pensiones tienen un impacto directo en el empleo", ha defendido.
"No se trata de provocar alarma ni de decir que aquí no pasa nada", ha concluido la investigadora, que ha pedido "reformas con grado de atrevimiento mayor" para mantener el sistema de pensiones.
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Violeta Molina Gallardo.
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