24/04/2021 - 13:00
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El 4-M es la convocatoria de elecciones anticipadas más inesperada de los últimos años y, a la vez, la que mayor expectación e interés ha levantado. Tanto dentro como fuera de la Comunidad de Madrid, tanto en el seno de los partidos políticos como en la sociedad, tanto para el actual momento político como para el futuro inmediato.
Los comicios del 4-M tienen una trascendencia notable
El PSOE y el PP ven en las elecciones una suerte de reválida para sus proyectos políticos, Ciudadanos (Cs) tratará de sobreponerse en las urnas al delicado momento que atraviesa y Pablo Iglesias confía en que su salida del Gobierno central sirva para ganar la Comunidad de Madrid para la izquierda 26 años después.
El detonante del 4-M en Madrid fue la moción de censura que PSOE y Ciudadanos pactaron en la Región de Murcia. Desde ese primer momento, el 4 de mayo se está leyendo en clave nacional.
El PSOE busca llegar a la Puerta del Sol
Recordemos que la izquierda lleva sin gobernar en Madrid desde el pasado año 1995. El triunfo del PSOE en estos comicios también sería un respaldo a la reorganización interna que deben afrontar los socialistas madrileños.
Los socialistas no tendrán fácil su objetivo porque encontrarán enfrente a los populares, que tratarán de mantener la Comunidad en su poder.
El resto de partidos tampoco descuidan la región. La salida del Gobierno de Pablo Iglesias es otro punto importante de lo que supone el 4-M, como también lo es que el líder de Vox, Santiago Abascal, se haya erigido en director de la campaña de Rocío Monasterio y cada día celebre actos públicos con ella.
¿Qué pasará con Ciudadanos o con 'el efecto Iglesias?
Pablo Iglesias desea contrarrestar los buenos resultados que le auguraban las encuestas a Díaz Ayuso y cambiar el tablero político. El desembarco del líder de Unidas Podemos en Madrid ha modificado el equilibrio de fuerzas durante la campaña, pero está por ver qué efecto consigue sobre los votantes madrileños su candidatura.
En los resultados que coseche el 4-M Unidas Podemos también va gran parte del futuro político de Iglesias, que ya anunció que el próximo congreso del partido no se presentará a la reelección como secretario general de Podemos.
Las próximas elecciones son también una prueba de fuego para Ciudadanos. La formación naranja, que tiene un papel clave en la gobernabilidad de Madrid desde 2015, se enfrenta ahora a las urnas con el reciente descalabro en Cataluña y con la vista puesta en cómo puede afectar lo sucedido en Murcia.
En Madrid, la consecuencia inmediata fue el paso a un lado de Ignacio Aguado, que fue vicepresidente con Ayuso, para lanzar a Edmundo Bal de cabeza de lista. El partido naranja confía en superar la barrera del 5 % para mantener la representación en la Asamblea aunque hay encuestas que les dejan fuera.
El 4-M servirá para determinar la medida real de la popularidad de la presidenta de la Comunidad
Todo apunta a que la dirigente madrileña adquiera más peso en el seno del PP. Una victoria de su partido ayudaría a la candidata a la reelección a decantar a su favor la presidencia del PP de Madrid, un puesto que debe resolverse este año y para el que Díaz Ayuso no es la preferida de Génova en este momento.
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