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El emprendimiento y el mercado laboral cada vez abren más sus puertas a las personas con discapacidad. Gracias al trabajo incansable de asociaciones, entidades públicas y privadas, se está generando un cambio real en la inserción en el ámbito laboral y empresarial de las personas con diversidad funcional, que favorecen a su inclusión social y a generar una mayor independencia para tener una vida plena. Un ejemplo de emprendimiento y diversidad, es la nueva cafetería 'Diversum' en Vigo.
Diversum es un proyecto que ha visto la luz gracias a la iniciativa de dos madres de un par de jóvenes con Síndrome de Down, y el empeño y el trabajo de otros 6 compañeros con discapacidad, que se han unido a este proyecto de emprendimiento. Esta cafetería, situada en la Rúa de Venezuela, en Vigo, Pontevedra, ha abierto sus puertas para servir cruasanes, cafés y grandes dosis de ejemplo e inclusión.
Emprendimiento y discapacidad
No todas las discapacidades son iguales. Existe una principal diferenciación entre las que se dan a nivel físico y las que son de tipo intelectual. En muchas ocasiones, estas segundas, se ven con una mayor dificultad a la hora de integrarse en los mercados laborales o conseguir formación y financiación para el emprendimiento, una barrera y un lastre por el que se sigue trabajando en derrumbar. Sin embargo, este es un claro ejemplo de cómo unos jóvenes con discapacidad, con el suficiente apoyo, son capaces de trabajar en las mismas condiciones y autonomía que podría hacerlo cualquier otra persona.
Un café recién hecho
Desde las nueve de la mañana, hasta las nueve de la noche, Diversum abre sus puertas para recibir a sus clientes y ofrecerles el mejor servicio posible. No hay malas críticas, ni al servicio ni al café que sirven recién hecho. Como cualquier otra cafetería de barrio, puedes sentarte en una de las mesas que encuentres libre, pedir tu pincho de tortilla o incluso si has decidido unirte a la nueva moda de los 'Brunchs', puedes escoger todo tipo de pastelería y bocadillos en su carta. La única 'particularidad', es que el o la camarera/o que te atenderá, será una persona con discapacidad.
Uno de los principales objetivos de Diversum es el de "que todo el mundo vea las capacidades de los trabajadores que tenemos", comenta María José, la madre de uno de los trabajadores del local y promotora de este proyecto de emprendimiento. Con ello se busca acabar con prejuicios y barreras para estos jóvenes.
Derribando muros
Acabar con los prejuicios es también golpear con fuerza estos muros que impiden que muchas veces las personas con diversidad funcional puedan integrarse a nivel social. Esperamos que en algún momento, el hecho de que un grupo de jóvenes con discapacidad abran y trabajen en conjunto en un negocio, deje de ser noticia para convertirse en algo habitual y plenamente integrado en las sociedades sostenibles que queremos alcanzar pronto.
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