8 de agosto, Día de la Encefalomielitis Miálgica Severa, una enfermedad crónica y rara

La Encefalomielitis Mialgica Severa (EM/SFC), también conocida como Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o Enfermedad del Síndrome de Fatiga Crónica (ESFC), es una enfermedad compleja y debilitante que afecta a un número reducido de personas en el mundo, por lo que se la considera como "rara". Sin embargo, después de la pandemia de coronavirus, los casos de esta enfermedad han aumentado considerablemente.

De momento las causas de la encefalomielitis miálgica todavía no se conocen al completo, ya que puede ser el resultado de múltiples factores, incluyendo infecciones virales previas, como el covid-19, factores genéticos o de desregulación del sistema inmunológico. Para continuar con las investigaciones, que se encuentran en curso, es necesario generar una mayor consciencia social sobre esta enfermedad y dar con los mecanismos que se encuentran detrás de la misma para llegar a tratamientos más eficacez.

6 síntomas principales de la encefalomielitis miálgica

La encefalomielitis miálgica se caracteriza por generar una fatiga extrema y persistente en aquellas personas que lo padecen, que no llega a mejora con el descanso y que suele empeorar con la actividad física o mental. Esto acaba limitando significativamente la capacidad de las personas para llevar a cabo actividades diarias normales, como estudiar o trabajar.

Entre los síntomas más destacados de la encefalomielitis miálgica, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, son las 6 siguientes:

1. Fatiga extrema: La fatiga es el síntoma más destacado y suele ser debilitante, interfiriendo con las actividades diarias normales.
2. Dolor muscular y articular: Las personas con EM/SFC pueden experimentar dolores musculares y articulares generalizados.
3. Problemas cognitivos: Dificultades en la memoria, concentración y pensamiento, comúnmente conocido como "niebla cerebral".
4. Alteraciones del sueño: Pueden experimentar insomnio, sueño no reparador o trastornos del sueño.
5. Síntomas autonómicos: Pueden presentar problemas con la regulación de la presión arterial, la temperatura corporal y otros sistemas autónomos.
6. Sensibilidad a estímulos: Algunas personas son sensibles a la luz, el sonido y otros estímulos sensoriales.

Tratamientos disponibles

Dado que la encefalomielitis miálgica es una enfermedad compleja y con más de un síntoma, el tratamiento suele ser multidisciplinario y adaptado a las necesidades individuales de cada paciente. No hay una cura definitiva, pero el enfoque puede incluir:

1. Gestión de síntomas: Abordar los síntomas individuales de la encefalomielitis miálgica, como la fatiga, el dolor y los problemas cognitivos, para mejorar la calidad de vida.
2. Actividad física graduada: Algunas terapias se basan en una actividad física cuidadosamente medida y adaptada para mejorar la resistencia y la funcionalidad.
3. Apoyo psicológico: La terapia cognitivo-conductual y otros enfoques pueden ayudar a manejar el impacto psicológico de la enfermedad.
4. Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar síntomas específicos, como el dolor o los trastornos del sueño.
5. Estilo de vida y autogestión: Estrategias de autogestión, como el manejo del estrés, la dieta equilibrada y el equilibrio entre actividad y descanso, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida.