Lectura fácil
La Sociedad Española de Nefrología (SEN) pone el foco en los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) avanzada en España. Los datos reflejan un aumento de la mortalidad y un descenso de los trasplantes y de los pacientes que empezaron a recibir tratamiento.
Esos datos muestran el impacto negativo que la pandemia de la Covid-19 ha tenido en el inicio de los tratamientos, “a pesar del enorme esfuerzo realizado por los profesionales por minimizar el impacto de la crisis sanitaria”, destacó la presidenta de la SEN, Patricia de Sequera.
En concreto, la pandemia provocó en 2020 un descenso del 7 % en la incidencia. Los nefrólogos advirtieron del perjuicio sociosanitario que supone un inicio tardío del tratamiento sustitutivo y solicitaron a las administraciones recursos para recuperar el tiempo perdido.
En el caso del trasplante renal, el impacto fue especialmente importante, ya que el número de procedimientos realizados en 2020 se redujo en un 21 %, si bien en 2021 se está recuperando la actividad. No obstante, y pese a la crisis sanitaria, se realizaron un total de 2.702 trasplantes renales, “unos datos que es necesario poner en valor habida cuenta del contexto”, señaló la presidenta de los nefrólogos españoles. Gracias a esta importante actividad trasplantadora de nuestro país, que es líder mundial en trasplante renal, el 55 % de los pacientes en TRS viven con un trasplante de riñón.
Uno de cada 7 adultos en España tiene Enfermedad Renal Crónica
La Enfermedad Renal Crónica se considera silenciosa porque sus síntomas no suelen aparecer hasta que la patología está muy desarrollada.
Es una patología que consiste en el deterioro progresivo e irreversible de los riñones. Es decir, en una pérdida gradual de la función renal, cuyos principales objetivos son:
- Filtrar la sangre, eliminando los desechos a través de la orina.
- Mantener un equilibrio químico de nuestro cuerpo.
Hoy en día, esta enfermedad afecta a 1 de cada 7 adultos en España. Además, se espera que su prevalencia aumente debido al envejecimiento de la población y al incremento de la prevalencia de sus principales factores de riesgo. Entre ellos, cabe mencionar la diabetes y la hipertensión.
Tanto la prevención como el diagnóstico precoz de la Enfermedad Renal Crónica son aspectos claves
Conocer los síntomas de la Enfermedad Renal Crónica y saber cuándo acudir al médico es fundamental para favorecer su diagnóstico, ponerle nombre y tratarla.
En cuanto a los signos de alarma relacionados con la Enfermedad Renal Crónica, que suelen aparecer de forma tardía, destacan los siguientes:
- Pérdida de peso.
- Falta de apetito.
- Insomnio.
- Fatiga.
- Aumento de la micción.
- Hematuria o presencia de sangre en la orina.
- Calambres musculares.
- Náuseas.
- Dificultad para respirar.
- Retención de líquidos, lo que provoca edemas o hinchazón en las piernas, tobillos o pies.
- Piel seca o con picazón.
Tal como indican desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, es importante tener en cuenta que ninguno de estos síntomas mencionados es específico de la enfermedad renal crónica, sino que pueden deberse a otras enfermedades. De ahí que sea tan prioritario realizarse pruebas de evaluación renal periódicamente.
Dichas pruebas de screening evaluarán tanto la función renal como el posible daño de nuestros riñones a través de análisis de sangre y de orina.
Añadir nuevo comentario