26/02/2024 - 12:34
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El Impacto de la Depresión en las Enfermedades Neurológicas: Un Análisis de 'Brain Sciences' revela que la Depresión agrava la Carga de las Enfermedades Neurológicas al obstaculizar el tratamiento, incrementar la discapacidad, reducir la calidad de vida y elevar las tasas de mortalidad.
La depresión, una enfermedad que suele subestimarse y no tratarse de forma adecuada
La depresión, dentro del contexto de las enfermedades neurológicas, a menudo se subestima y no recibe el tratamiento adecuado, según un artículo en la revista 'Brain Sciences'. Este trastorno presenta desafíos en su diagnóstico debido a la diversidad de síntomas y su posible confusión con otras enfermedades.
Además, la depresión y la ansiedad son comorbilidades frecuentes en los trastornos neurológicos, teniendo un impacto significativo tanto en los pacientes como en sus cuidadores. Entre el 30 % y el 50 % de las personas con enfermedades neurológicas también sufren de depresión.
Los trastornos neurológicos y la depresión pueden compartir procesos fisiopatológicos, y en algunos casos como el alzhéimer, la epilepsia o el accidente cerebrovascular, existe una relación bidireccional. Esto significa que la depresión puede ser secundaria a la disfunción de las redes neuronales afectadas por la enfermedad neurológica.
Javier Pagonabarraga, neurólogo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y uno de los autores del artículo, destaca esta relación como fundamental para comprender la naturaleza de la depresión en pacientes con enfermedades neurológicas.
La importancia del enfoque integral en el tratamiento
El estudio resalta que si la depresión no se identifica ni se trata junto con el trastorno neurológico, puede perpetuar los síntomas y aumentar la discapacidad. El tratamiento de la depresión en estas condiciones exige un enfoque integral que aborde los aspectos neurológicos, psiquiátricos y psicológicos, combinando intervenciones farmacológicas y no farmacológicas.
Según el doctor, la depresión suele pasarse por alto porque muchos neurólogos se centran únicamente en el diagnóstico del trastorno neurológico y ven la depresión como una dificultad de adaptación.
Asimismo, es necesario comprender que los síntomas depresivos pueden surgir de la misma disfunción cerebral que causa la aparición de enfermedades neurológicos o trastornos de dichas características. Por lo tanto, los neurólogos deben identificar y tratar los síntomas depresivos desde el principio.
La cara B: El impacto en las enfermedades neurológicas
El estudio también destaca que los síntomas neuropsiquiátricos en la enfermedad de Parkinson tienen un impacto mayor en la discapacidad, la calidad de vida y la carga para los cuidadores que los síntomas motores. Por ende, iniciar el tratamiento temprano de los síntomas depresivos en la enfermedad de Parkinson es crucial.
Además, la depresión es común después de un accidente cerebrovascular, afectando la rehabilitación, la calidad de vida, la mortalidad y la discapacidad. La depresión post-ictus puede afectar a aproximadamente una de cada tres personas y persistir hasta 10 años después del evento, según revela el análisis.
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