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En el contexto del deporte femenino, el entrenamiento de fuerza ha emergido como una herramienta clave para el bienestar femenino, con un creciente número de mujeres incorporándolo a su rutina.
La importancia en el deporte femenino del entrenamiento de fuerza para la salud
Lejos de ser una disciplina orientada únicamente al desarrollo muscular, el entrenamiento de fuerza en el deporte femenino tiene múltiples beneficios que van más allá de la estética. Según el National Institute of Health, la clave no es ganar volumen, sino preservar la masa y función muscular, esenciales para mantener la movilidad y la independencia en edades avanzadas. Además, este tipo de ejercicio no solo fortalece el cuerpo, sino que también favorece la salud cerebral y reduce el riesgo de caídas accidentales al mejorar el equilibrio y la coordinación.
El fortalecimiento muscular también juega un papel crucial en el deporte femenino en la prevención de diversas enfermedades. Un análisis de AM Stimson revela que este tipo de entrenamiento reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, enfermedades cardiovasculares, osteosarcopenia, síndrome metabólico y fragilidad. Incorporar ejercicios de resistencia en la rutina diaria contribuye significativamente a la calidad de vida y al envejecimiento saludable.
Históricamente, la participación de la mujer en disciplinas de fuerza ha estado limitada por estereotipos que asocian la musculatura con lo masculino. Sin embargo, en la actualidad, cada vez más mujeres están desafiando estos prejuicios y encontrando en el entrenamiento de fuerza una fuente de empoderamiento. Ya no se trata solo de una cuestión de apariencia, sino de sentirse seguras, fuertes y con mayor confianza en sí mismas.
Un cambio en la cultura deportiva
El avance de las mujeres en el ámbito deportivo es evidente. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en 2012 solo el 15% de las mujeres practicaban ejercicio de manera regular, mientras que en 2022 esta cifra aumentó al 35%. Una de las modalidades que ha experimentado un gran auge entre el público del deporte femenino es el fitboxing, una innovadora disciplina que combina boxeo y kickboxing sin contacto, con entrenamientos dinámicos y motivadores.
El auge del fitboxing entre las mujeres
El fitboxing ha cambiado la percepción del entrenamiento de fuerza en el deporte femenino, atrayendo a miles de mujeres en todo el mundo. Un claro ejemplo es Brooklyn Fitboxing, que cuenta con 65.000 practicantes, de las cuales el 70% son mujeres. Esta actividad combina golpes al saco al ritmo de la música en sesiones de 47 minutos, ofreciendo un entrenamiento completo que mejora la fuerza, la resistencia y la flexibilidad, además de reducir el estrés y fortalecer la autoestima.
Según Ana López, entrenadora de Brooklyn Fitboxing, "el entrenamiento de fuerza para mujeres va más allá del levantamiento de pesas. Se trata de construir una base sólida para afrontar la vida con más energía y seguridad."
Más allá del ejercicio: un espacio de empoderamiento
El impacto del fitboxing y del entrenamiento de fuerza en el deporte femenino general trasciende los beneficios físicos. Esta disciplina ha logrado consolidarse en la mayoría de los gimnasios de Cádiz, brindando a las mujeres un entorno inclusivo y de apoyo en el que pueden desarrollarse sin prejuicios. Gracias a su accesibilidad y versatilidad, cada vez más mujeres descubren el poder del ejercicio físico como un pilar para su bienestar y empoderamiento.
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