España lidera el precio de la luz y el gas en la Unión Europea

Como sospechábamos, España es el país de la Unión Europea que más costes afronta a la hora de pagar la electricidad y el gas. Pero al fin y al cabo un gasto necesario que debemos realizar cada mes. Además, según los datos publicados por Eurostat, el precio de la luz es cada vez es más acusado.

Un año de récord

De acuerdo con el estadístico, nuestro país finalizó el año pasado con el precio kilovatio-hora en 0,1947 euros de media. Esto sin tener en cuenta los impuestos (aquí se tiene en cuenta el coste que se llevan las empresas eléctricas que participan en el sistema). Y es que desde el segundo semestre de 2018, el precio sobrepasó la barrera de los 0,19 euros por primera vez.

Aunque puede parecer contradictorio, los más afectados son las personas que menos cantidad de electricidad consumen. Se debe a que en España pagamos un alto porcentaje de gastos fijos. Por lo que vivir solo es más caro en este sentido.

El precio de la luz en el marco europeo

De modo que las familias españolas son las que más dinero gastan para pagar la electricidad en la Unión Europea. Según los datos facilitados por Eurostat, el precio kilovatio-hora español es el más elevado en la institución comunitaria.

En la misma linea van los precios del gas natural. Aunque el precio no se encuentre en máximos históricos, si está al mayor nivel desde 2015. El resultado es otra vez que las familias españolas están en una situación más desfavorecida respecto a otros países.

España paga el kilovatio a precio de oro

Así las cosas, la diferencia de precio que tiene que afrontar los españoles es muy distante con respecto a otros grandes países. Porque si tenemos en cuenta lo que paga de media una familia española -0,215 euros por kilovatio-hora- y la comparamos con otros países como Alemania, que paga 0,128 eruos; Francia, 0,106 euros; Italia, 0,143 euros; Portugal, 0,126 euros; y en Reino Unido, el coste es de 0,127 euros el Kw/h. ¿La conclusión cuál es?, pues que los españoles pagan casi el doble que los principales países.

Otras de las condiciones desfavorables para las familias y empresas españolas es que el 21% de lo que pagamos en los recibos es IVA. Un impuesto que supone gran parte de la factura total cada mes. Algo que no ayuda a nadie en una situación en la que los precios de producción no paran de crecer. En países como Portugal, el Gobierno ha optado por rebajar el IVA en la factura eléctrica al 6%.