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La salud mental ha cobrado un especial protagonismo en estos últimos años. El incremento de casos de depresión y ansiedad en la población general, y la preocupación por el aumento de suicidios entre los jóvenes han puesto el foco en un asunto que tendía a obviarse por completo. Sin embargo, y a pesar del camino recorrido, aún existen enfermedades sobre las que pesa un importante estigma que genera barreras y discriminación, como es el caso de la esquizofrenia o la bipolaridad.
En un reportaje extenso para informar y trabajar por la desestigmatización de la esquizofrenia en RTVE, varios expertos de diferentes asociaciones y fundaciones que trabajan con pacientes de esta enfermedad, no solo dieron su visión, sino que también explicaban lo equivocadas que están muchas ideas que rondan a nivel general sobre esta enfermedad, como por ejemplo que se trata de una patología que tiende a la agresividad o puede llegar a ser peligrosa.
Entendiendo la esquizofrenia
Para acabar con estas ideas erróneas que normalmente nacen del desconocimiento, lo primero es informar con claridad sobre qué es y qué no es la esquizofrenia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un trastorno mental en categoría de grave, que se encuentra dentro de los psicóticos. Se caracteriza por provocar distorsiones intrusivas de la percepción, el pensamiento y el afecto, sin que estas lleguen a afectar al nivel de consciencia ni a las capacidades intelectuales.
Esto quiere decir que las personas con este trastorno se encuentra en plenas facultades, pero estos pensamientos distorsionados pueden afectar "desde la forma de comportarse a la de pensar, sentir y percibir el mundo", explica en la entrevista para RTVE.es la psicóloga sanitaria Estrella Gómez, coordinadora del centro de rehabilitación psicosocial de la asociación DOA Saúde Mental en Cangas do Morrazo.
También señala que esta patología puede presentarse en diferentes tipos. Lo que sí se encuentra en común entre los distintos tipos de esquizofrenia es su cronicidad. Para Víctor Pérez, presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, "Es una enfermedad crónica como la diabetes o la hipertensión, pero el 80% puede hacer vida normal". De hecho, estos expertos, consideran que promover la idea de que no tiene cura hace un flaco favor a los pacientes y aumenta su estigmatización.
Barreras y discriminación
"Está muy extendida la idea de que la esquizofrenia es impredecible y que implica un riesgo de conductas peligrosas o agresivas", comenta José Valdecasas, vicesecretario de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), José Valdecasas. Sin embargo, hace hincapié en lo errónea de esta idea, ya que las personas con este diagnóstico "no cometen más actos violentos que la población general, si acaso son ellas las que reciben más agresiones", remarca.
Sin embargo, esto solo es la punta del iceberg de la problemática a las que se enfrentan estos pacientes. Sobre estas creencias, se construyen barreras que acaban afectando de forma considerable al desarrollo "en normalidad" de estas personas, ya que los prejuicios llevan a la discriminación en ámbitos tan fundamentales como el laboral, el social o incluso el sanitario, explicaba Gómez.
Sin la posibilidad de acceder a estos espacios en igualdad de condiciones o lejos de discriminaciones, tiene poderosas consecuencias no solo en la adecuada recuperación de las personas con esquizofrenia, sino que también dificulta el diagnóstico ya se convierte en una tarea complicada hablar con alguien sobre lo que ocurre si no sientes que puedas tener apoyo.
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