Lectura fácil
La etiqueta energética es un distintivo que indica una catalogación puesta en marcha hace 25 años para que los consumidores puedan distinguir a simple vista los electrodomésticos que realizan un consumo eficiente de energía.
Como decimos, la etiqueta energética comenzó a utilizarse en el año 1995 y realiza una clasificación que permite al consumidor conocer qué aparatos consumen más o menos energía.
De esta forma, si una persona elige comprar electrodomésticos con un alto grado de eficiencia energética notará un importante ahorro en su factura de la luz.
Aunque el etiquetado energético lleva usándose desde hace 25 años, los avances tecnológicos y el grado de concienciación con el medioambiente han hecho que esta clasificación se revise en numerosas ocasiones.
¿Qué electrodomésticos tienen que tener el etiquetado energético?
Los electrodomésticos que por ley tienen que tener el etiquetado energético son los siguientes:
- Neveras
- Congeladores
- Lavadoras
- Secadoras
- Lavavajillas
- Hornos a gas o eléctricos
- Campanas extractoras
- Termos y calentadores de agua
- Aparatos de aire acondicionado
- Aspiradoras
- Lámparas y bombillas
- Televisores y pantallas
Es obligatorio que la etiqueta energética esté visible en los electrodomésticos de las tiendas para su venta.
La etiqueta energética y su escala de calificación energética
El etiquetado energético anterior a 2010 abarcaba desde las letras A a la G, siendo la A la categoría más eficiente.
La OCU indica que la simplificación de la etiqueta energética de los electrodomésticos, volviendo a la escala inicial de la A a la G sigue avanzando.
Si has comprado o vas a comprar un nuevo electrodoméstico; es posible que te encuentres con dos nuevas etiquetas energéticas en su embalaje.
Visualmente es muy sencillo saber a qué escala de eficiencia energética pertenece un electrodoméstico:
- Los colores verdes, especialmente cuando más oscuros son, señalan una mayor eficiencia energética.
- Los tonos naranjas y rojos señalan las eficiencias más bajas.
Las letras A+, A++ y A+++ son las más eficientes, mientras que la D significa un mayor consumo.
Entre las letras A+++ y D, extremos del etiquetado energético, hay otras escalas intermedias:
- A+, A++ y A+++: Eficiencia alta.
- A, B: Consumo moderado.
- C, D: Alto consumo.
Nuevas etiquetas energéticas
No será hasta el próximo 1 de marzo de 2021 cuando oficialmente se introduzca esta escala única de etiquetado que reemplazará de manera progresiva a la actual clasificación, que llega hasta A+++.
Muchos fabricantes tienen el proceso de producción avanzado y algunos ya las incluyen en los nuevos productos. A partir de noviembre de 2020 se venderán productos que llevan ambas etiquetas, lo que puede generar confusión.
¿En qué van a consistir los cambios en las clases energéticas y cómo puedes leer la nueva etiqueta energética?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es clara, con este cambio de etiquetado energético en la UE se espera que la información sea más fácil y comprensible para el consumidor, ya que se había comprobado que con las etiquetas A +, A ++ y A +++, "la motivación a comprar electrodomésticos más eficientes era menor a la que había con la escala de A a G: los consumidores estaban menos inclinados a optar por los aparatos de primera clase sin un mensaje claro de compra A"
El nuevo etiquetado seguirá el ritmo de las mejoras tecnológicas en eficiencia energética. Las etiquetas de 2021 serán revisadas cuando el 30% de los productos en el mercado reciban la máxima clasificación (A) o cuando el 50 % esté en las franjas A y B, para asegurar su utilidad.
Así las cosas, los aparatos que actualmente ostentan las etiquetas A+++ corresponderán a la nueva clase B o C. La clase A permanecerá 'vacía' cuando el nuevo etiquetado se ponga en marcha.
Dependiendo del electrodoméstico, las nuevas etiquetas energéticas no solo informarán del consumo eléctrico, sino que también aportarán datos sobre el agua utilizada por ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido, entre otros.
Además, incluirán un código QR que los usuarios podrán escanear para obtener información adicional sobre el producto.
Cómo debemos leer una etiqueta energética
Etiqueta antigua Directiva Europea 2010/30
Desde OCU nos ayudan a entender este etiquetado:
- Clases. Tiene 7 clases que van de A+++, la de máxima eficiencia, a la clase D, la más baja eficiencia, asociadas con colores de verde oscuro a rojo. Se basa en un índice de eficiencia energética (EEI) que tiene en cuenta el consumo anual de energía, los programas, la carga.
- Pictogramas. Destacan el consumo de agua anual en 220 ciclos, y no por programa; la capacidad de carga en programa normal de algodón a 60 °C o 40 °C, la que sea menor, la clase de eficiencia del centrifugado (escala de A a la G) y el ruido en las fases de lavado y centrifugado.
- Consumo anual de energía. Consumo anual de energía en kWh (teniendo en cuenta 220 ciclos de lavado estándar anuales, e incluyendo el stand-by). Esta cifra puede variar según el uso en el hogar.
Etiqueta nueva, Reglamento UE 2017/1369
En la nueva etiqueta energética se han vuelto a definir los límites de consumo para poder entrar dentro de una clase energética.
- Clases. Siete como máximo, de la A a la G. El verde oscuro indica un producto altamente eficiente y el rojo uno de baja eficiencia. Se basa en un índice de eficiencia energética (EEI) que tiene en cuenta: el consumo anual de energía y en cada programa. El gasto energético se basa en 100 ciclos de lavado.
- Pictogramas. Destacan las características del programa “Eco 40-60”: capacidad de carga (kg); duración en minutos; consumo de agua, litros/ciclo; clase de eficiencia centrifugado (escala A a G); ruido del centrifugado dB(A) y la clase de emisión de ruido (escala de A a D).
- Consumo anual de energía. Muestra el consumo energético ponderado en kWh/100 ciclos de funcionamiento (en el programa “Eco 40-60”).
- Código QR. Escaneándolo se accede a más datos sobre el producto.
- Clase asignada. Señala el grupo en el que está encuadrado el producto etiquetado.
- Límites más exigentes. Los aparatos quedarán en una clase energética más baja que la actual, al ser los límites más estrictos.
¿Es lo mismo la etiqueta energética que el certificado de eficiencia energética?
No debemos confundir el etiquetado energético con el certificado de eficiencia energética. Este último cataloga el consumo energético y las emisiones de CO2 de un edificio o inmueble.
Para los pisos de venta o alquiler, el certificado energético lo encontramos en la ficha de cada inmueble o incluso en el escaparate de la inmobiliaria.
Al igual que la etiqueta, el certificado clasifica los edificios mediante una escala de siete letras y colores. No obstante, es un documento que debe expedir un técnico autorizado para ello.
El certificado de eficiencia energética de edificios estudia criterios como la ocupación del mismo, las emisiones que genera su sistema de calefacción o su nivel de aislamiento, entre muchos otros aspectos.
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