Evelin Rochel, la prostituta que lucha por defender sus derechos en España

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16/04/2021 - 10:01
La fachada del club de alterne Flower's, junto a la autovía A-6, a la altura de Las Rozas, en una imagen tomada el pasado diciembre. EL PAÍS / KIKE PARA

Lectura fácil

El 16 de marzo tuvo lugar el juicio de la trabajadora del sexo Evelin Rochel contra el Grupo Empresarial La Florida, S.L. (el Club Flower's, en Las Rozas, Madrid) en el que se reclamaba de los órganos judiciales la tutela de los derechos fundamentales a la dignidad, a la integridad física y psíquica y a la intimidad de la trabajadora, derechos todos ellos que entendemos se han menoscabado por parte del mencionado club durante los 15 años en que Evelin prestó servicios para ellos.

Evelin Rochel, prostituta, de 41 años, de nacionalidad colombiana

Esta mujer trabajó como captadora de clientes/camarera de alterne y ejerció la prostitución en diferentes clubes del mismo grupo empresarial desde hace ya 15 años.

Tal como relatan varios medios de comunicación, Evelin Rochel vivía en la habitación 113 del Club Flower's, por la que pagaba 90 euros al día (más los gastos en toallas y sábanas).

En el mismo club trabajaba como camarera de alterne y, además, ejercía la prostitución en su habitación.

El conflicto laboral de Evelin con el Flower's se remonta a finales de 2016

Fue entonces cuando los propietarios del club decidieron “unilateralmente” endurecer sus condiciones laborales:

  • Las mujeres solo pueden ausentarse una hora para comer, previa petición de un ticket azul, que automáticamente te asigna la hora en que debes hacerlo.
  • El club decide bajar el número de horas de la empresa de limpieza y exige a cada mujer la limpieza de la habitación tras cada servicio con un cliente.
  • Se convierte en tarea de las mujeres el cobrarle al cliente cinco euros extra por cada media hora más de uso de la habitación (si se les olvida, lo ponen las trabajadoras de su propio bolsillo).

A Evelin las nuevas condiciones no le parecieron justas, así que reunió a todas sus compañeras, unas 50, y pidieron a la encargada hablar con el jefe. El jefe aceptó hablar con ellas y desistió de incorporar las nuevas normas (aunque sí las aplicaba a las chicas nuevas). Pero Evelin Rochel ya estaba en el punto de mira.

Una discusión con un cliente fue el siguiente detonante y la excusa perfecta para que el propietario la “invitara” a marcharse a mediados de febrero de 2017. Pero ella se atrincheró en la habitación en la que vivía durante una semana, viviendo varios episodios de conflicto con la Guardia Civil y sus propias compañeras.

A Evelin, abandonar el club le suponía abandonar también el espacio en el que vivía. Esto es lo habitual en la prostitución. Algo impensable en cualquier otra actividad económica.

Además de quedarse sin trabajo y sin vivienda, su despido no vino respaldado por un finiquito, una indemnización o el derecho al paro. Por todos los años ejerciendo la prostitución en los clubes de las mismas personas, nunca nadie cotizó por ella a la Seguridad Social. Durante su encierro, Evelin trato de abonar el precio de su habitación, pero el club le anuló la posibilidad de hacerlo.

Evelin llamó a la Policía para informar y los agentes le dijeron que no valía la pena denunciar al dueño porque iba “a quedar en nada”.

La situación vivida por Evelin no nos resulta ni novedosa ni extraña: es lo habitual

Por este motivo, porque conocemos las condiciones abusivas que se dan en el ejercicio de la prostitución, debemos denunciar estas situaciones. Desde hace unos años, y para “sortear” la Inspección de Trabajo, los propietarios de clubes de alterne siguen su propia estrategia para no tener que dar de alta a las profesionales como “camareras de alterne”.

En definitiva, Evelin tuvo que abandonar el club días más tarde escoltada por agentes de la Guardia Civil, pero nunca se planteó tirar la toalla. Por eso decidió ir a juicio y poner toda esta situación en conocimiento de los medios de comunicación.

Lo hace por ella y por todas las personas que están trabajando por cuenta y para beneficio de terceros sin ningún derecho.

Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le ha dado la razón

El TSJ, en una sentencia histórica ha reconocido la relación laboral entre Evelin Rochel y la Sala Flower's. Algo inédito hasta la fecha en España. Y es que, dada la situación alegal en la que se encuentra el ejercicio de la prostitución en nuestro país, el vínculo entre una trabajadora sexual y el prostíbulo en cuestión no está definido. 

Se prohíbe, eso sí, el proxenetismo. Es decir, lucrarse con el dinero obtenido por otra persona que se prostituya. Es por eso que los clubes aseguran que las trabajadoras de sus locales son chicas de alterne. Es decir, chicas que hacen compañía a los hombres para que consuman más durante su estancia. La prostitución, dice el Supremo, es otra actividad distinta. 

La Justicia considera probado que existió una relación laboral entre la prostituta indicando que "la ausencia de retribución no es obstáculo para la existencia de una relación laboral, constando en el hecho probado segundo que antes de 2007 si se abonaban comisiones, por lo que colige que existió una novación nula, contraria a la imposibilidad de la trabajadora de disponer o renunciar a derechos".

La magistrada del TSJ prosigue diciendo que "la actora desempeñaba para la demandada esa misma actividad de alterne que es a la que se dedica la discoteca en la que se desempeñaba por ella y por otras trabajadoras, siendo esencial la presencia de éstas para atraer a los clientes que sin duda acuden buscando su compañía, que es la que determina que consuman copas en dicha discoteca, y es el titular del negocio el que se lucra de ello, por lo que la ajenidad de su trabajo es evidente, así como su inserción en la organización empresarial, porque sus servicios se realizaban en el local del negocio, en el horario fijado por la empresa y sometida a sus instrucciones".

El Flower's va a recurrir

La sentencia es recurrible ante el Supremo y eso es lo que van a hacer desde el Flower's. Su gabinete jurídico lo ha adelantado. "Estamos preparando el recurso para el Supremo. Pero además, hemos hecho un par de escritos duros contra la ponente. Emplea un término como esclavitud y no estamos en absoluto de acuerdo. Ya hubo una demanda penal por eso y se archivó. Las chicas ejercen allí la prostitución libremente, pueden salir cuando quieran, pueden entrar a la hora que decidan y en algunos casos cobran más de 13.000 euros netos al mes. Es una falta de respeto hacia la gente que de verdad está esclavizada", cuenta el abogado del club para El Español.

Mientras el prostíbulo prepara el recurso, Evelin Rochel se muestra feliz por la sentencia. Ya dijo en su momento que no iba buscando dinero y así lo ha repetido. Asegura que si ha llegado hasta el final de este proceso es "por dignidad, por respeto hacia las mujeres y hacia mi profesión. Soy prostituta, no quiero andar con rodeos de otros nombres... Ni alternadora, ni nada. Prostituta. Trabajadora y persona. Por eso tengo mis derechos, los reivindico y los defiendo", explica.

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