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Desde Aristóteles hasta Carl Gustav Jung, el estudio de la simbología ha estado presente dentro del campo científico y filosófico desde siempre. Y es que la simbología -signos y símbolos- representa una de las formas de comunicación más interesantes que existen y que en la actualidad, con el auge de sistemas de comunicación donde prima la brevedad y los detalles, tiene más cabida.
Si bien es cierto que los signos son formas de comunicación que pueden ser entendidas entre humanos -como el lenguaje de señas- o hasta con algunos animales, la simbología o la utilización de símbolos es algo estrictamente asociado a las comunicaciones humanas, siendo su evolución -la de la humanidad- la misma evolución o proceso que la simbología ha sufrido durante todas las épocas.
Antes de la modernidad
Hoy, llevar un lazo rosa significa inequívocamente que se apoyan los esfuerzos para combatir el cáncer de mama; llevar un lazo rojo en la solapa implica apoyar la lucha contra el sida; y llevar una amapola en la solapa implica para los británicos conmemoran y reconocer a todos aquellos que han tenido que combatir en algún conflicto bélico.
Pero lo cierto del caso es que no siempre fue así, no siempre los símbolos tuvieron significados profundos y amplios de acuerdo a detonadores comunes, sino que antes eran más literales, básicos y explícitos.
Los primeros compases de la simbología
Los símbolos nacionales -los escudos de armas, las banderas- y primordialmente los símbolos religiosos -sobre todo del catolicismo- pudieran entenderse como un acercamiento primario a la simbología moderna.
Su utilidad estaba en la identificación de sociedades o grupos correctamente demarcados, pero no por ello deja de ser interesante el hecho de que en cada religión existe una simbología específica, y que las lenguas antiguas -como la comunicación con jeroglíficos de los egipcios- o la simbología ligada a las deidades hindúes también formarían parte de los primeros compases de la simbología.
La simbología, hoy
Decía Carl Jung, psicoanalista suizo, que los símbolos representan dos cosas a la vez. Por una parte, pueden ser conocidos por su significado obvio, por ejemplo, “una cruz”, y, por otro lado, se entienden por sus connotaciones más profundas, por ejemplo, “la fe cristiana”.
La simbología en la actualidad está presente, como ya se hacía referencia, en elementos que las personas suelen llevar como homenajes o compromisos sociales, pero en realidad los símbolos suelen estar asociados a grupos sociales, al arte, a la cultura, a la religión, la política, el deporte, el comercio y las comunicaciones en sí mismas.
- Política: los partidos políticos tienen su propia simbología, aparte de existir símbolos que escapan de ello por estar a un nivel superior, como sucedería con la esvástica o con el martillo y la hoz, que no son solo eso -su significado obvio- sino que sus connotaciones profundas quieren decir extrema derecha y comunismo.
- Las comunicaciones: si hay una revolución en la simbología en la actualidad, todo tiene que ver con la llegada de los iconos y emojis, simbología compacta que puede representar un sinfín de posibilidades y combinaciones, dando lugar, a su vez, a decenas de significados posibles. De hecho, pudiera ser definida la simbología al día de hoy desde la perspectiva misma de los emojis, que aparte de tener su propio lenguaje e interacción, incluyen también a signos y símbolos de otros momentos históricos, haciéndole ser una completa colección de los mismos.
Lógicamente, las comunicaciones humanas no pueden estar sujetas únicamente a la utilización de signos y símbolos, porque el lenguaje y las interacciones son mucho más complejos que eso. No quiere decir, sin embargo, que la simbología y la evolución de la misma no sirva para definir de gran manera la forma en que los seres humanos pueden dar a entender y manifestar una idea, un compromiso, una intención, tan solo utilizando símbolos que sin su correcto contexto -detonador- carecerían de significado.
Fuente: https://simboloswiki.com/
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