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Tres equipos de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participarán en la misión Mosaic. Se trata de la mayor expedición científica de la historia al Ártico a bordo del rompehielos de investigación alemán Polarstern. Estudiará la atmósfera, el mar y el hielo y cómo actúan entre ellos para “comprender mejor” cómo afectará el calentamiento global a esta región, como recoge Servimedia.
El CSIC participará en la mayor expedición científica de la historia en el Ártico
Según informó este lunes a través de un comunicado el CSIC, socio español integrado en el consorcio internacional que lidera la expedición, esta prevé que el rompehielos navegue en dirección noreste hacia el mar de Laptev, en la Siberia central, y se adentre en la banquisa de hielo, para quedar allí atrapado.
Una vez fijado, “viajará” con el hielo cruzando el polo norte y se dirigirá hacia el sur para desembocar en el estrecho de Fram. Un lugar situado entre Groenlandia y el archipiélago de las Svalbard (Noruega) entre 12 y 14 meses después.
Medir el impacto de la vida marina en la formación de las nubes
El investigador del Instituto de Ciencias del Mar Manuel Dall’Osto viajará a bordo del Polarstern entre julio y septiembre de 2020. Realizará mediciones atmostéricas y estudiará el impacto de la vida marina en la formación de las nubes.
“No entendemos suficientemente bien cómo se forman y se destruyen y eso nos está limitando mucho en las proyecciones de clima y de cambio climático”, valoró.
A todo esto, el objetivo es “saber qué sinergia se establece entre la materia de origen biológico y las nubes, qué tipo de plancton favorece más la formación de nubes y en qué regiones del océano esta relación es más importante”.
Medirán el grosor del hielo marino vía satélite
Desde el mismo instituto otro equipo de investigadores estudiará la masa y el grosor del hielo marino mediante mediciones vía satélite. En este sentido, la directora del trabajo, Carolina Gabarro, la información proporcionada por estos satélites sobre el hielo marino “son cruciales" para comprender los cambios que afronta el Ártico bajo la amenaza del cambio climático y, en particular, para estudiar la evolución de la masa de hielo marino y el equilibrio ártico.
Unas medidas que, a su entender, permitirán mejorar los modelos matemáticos. Lo mismo que la información geofísica que ofrecen los satélites de la Agencia Espacial Europea y la NASA.
Finalmente, el Instituto de Ciencias del Espacio y el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña estudiarán la interacción entre el hielo y las señales de navegación transmitidas desde satélite para extraer información del grosor del hielo marino, de su rugosidad, cantidad de sal o presencia de agua en superficie, según precisó la investigadora Estel Cardellach.
La participación del CSIC está financiada por la Agencia Estatal de Investigación
Para Cardellach, si se confirma que esta técnica de medición proporciona una "gran precisión", se podría aplicar desde satélites de bajo coste para monitorizar los polos "de forma continua".
El rompehielos contará con un equipo de 60 investigadores expertos en investigación ártica, más unos 40 tripulantes. Será en turnos de dos meses, que operarán su instrumental a bordo y en el hielo. En resumen, la expedición reunirá a unos 600 investigadores de 19 países y la participación del CSIC está financiada por la Agencia Estatal de Investigación.
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