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La diversidad es algo que los niños deben conocer desde pequeños. Se hace importante que sepan que existe la discapacidad cuando comienzan a relacionarse en la guardería o la etapa preescolar.
No todos los niños son iguales
Los más pequeños entrarán en contacto con la discapacidad, ya sea por un compañero o la enfermedad de un pariente. ¿Qué harás cuando pregunten qué les pasa a las personas con discapacidad?
A continuación te ofrecemos algunas claves para explicar la discapacidad a los niños.
1. Habla sobre ello
Lo primero que podemos hacer puede parecer simple, per es lo más útil de todo: habla sobre discapacidad. No es algo tabú.
Es importante hablar de la discapacidad con los más pequeños utilizando un lenguaje comprensible, que no les asuste. Sabremos cuándo un niño está preparado para hablar sobre discapacidad cuando comience a hacernos preguntas.
2. Utiliza palabras respetuosas para hablar sobre discapacidad
Cuando hablemos sobre discapacidad con los niños no debemos transmitir desprecio. Está bien utilizar la palabra discapacidad, discapacidad intelectual, discapacidad sensorial. Es mejor evitar términos malsonantes que podrían afectar la sensibilidad y transmitir una imagen negativa.
¿Cómo actuar ante la discapacidad?
Los niños son pequeños saben si algún compañero tiene más dificultad que él por ejemplo en los movimientos, o si se comporta de manera diferente.
No juzgan, simplemente se preguntan por qué.
Padres y maestros deben mostrar sinceridad al tratar el tema y no debemos negar la evidencia. Después de todo, un compañero con una discapacidad es diferente de ellos, pero tanto o más como cualquier otro compañero.
Con un trato afectivo y normalizando la situación, el niño comprenderá que una persona no es su discapacidad, sino que tiene muchas otras características. Y es importante aceptarlos a todos.
Se debe entonces ayudar a los niños a empatizar y empujarlos a buscar el significado, la emoción, el estado de ánimo que puede experimentar cierto comportamiento inicialmente difícil de entender.
Explica la discapacidad con juegos
El juego es una gran forma de inclusión. Desde el colegio o desde casa se puede por ejemplo, realizar una pequeña actividad en grupo para familiarizar a los niños con la discapacidad: un juego de roles. Por ejemplo, llevándoles en una silla de ruedas o haciendo un juego en el que sea necesario comprender lo que otra persona dice leyendo solo los labios, y pidiendo que responda preguntas escritas en un idioma muy difícil o en un idioma extranjero para familiarizarse con dificultades de aprendizaje.
Además, esto puede ayudar a los niños a ponerse en el lugar de los demás.
Por último, no olvides que los niños aprenden de nuestro comportamiento. Somos su modelo a seguir. La forma en que tratamos a las personas con discapacidad y nuestro lenguaje, cuentan más que cualquier explicación.
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