'Ava', el documental de Mabel Lozano para hablar de la explotación sexual invisibilizada de las mujeres y niñas con discapacidad

“Siempre ha existido la explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad, pero nunca se había hablado de ello y de lo que no se habla no existe”, afirma Mabel Lozano con contundencia en una entrevista concedida al medio Servimedia. Así es el rostro del documental 'AVA' en el que lleva trabajando meses para hablar de uno de los problemas de mayor violencia contra las mujeres, pero del que muy pocos hablan: el proxenetismo.

Lo hace además centrada en la figura de las mujeres y niñas con discapacidad, cuyas historias no solamente pasan desapercibidas para la opinión pública, sino también en las cifras oficiales y ante las entidades que se encargan de estas víctimas. 'AVA' es un relato crudo que ahonda, no solo en la explotación sexual, sino también en la vulnerabilidad y de una sociedad masculina que busca ejercer poder contra aquellas que menos pueden defenderse.

'AVA', el rostro que busca dar visibilidad a la explotación sexual de mujeres y niñas con discapacidad en España

El documental de Lozano centra el foco en Ava, una niña con discapacidad intelectual, que acabó cayendo en las redes de la explotación sexual en España. “La captación de estas mujeres y niñas no se hace como se podría pensar en el extranjero, sino aquí en nuestro país. De hecho, la adolescente fue interceptada a través de algo tan sencillo como un anuncio en internet que ofrecía trabajo en Palencia”, explica la directora.

También remarca que España es “el tercer país del mundo en consumo de prostitución y el primero de tránsito y destino”, unas cifras que ya de por sí son alarmantes. Sin embargo, para ella existe un punto de inflexión cuando se introduce el tema de las redes sociales. “Las redes sociales tienen algo muy peligroso y es que a estas mujeres con discapacidad intelectual las iguala al resto”, señala la directora.

"En un chat de Facebook o a través de la mensajería privada de Instagram, la discapacidad se desvanece, pero lo que resulta aterrador es que al otro lado de las redes se encuentran los depredadores sexuales. En internet hasta los malos parecen buenos”. Así fue como Ava, la protagonista de este documental, acabó en un burdel siendo explotada sexualmente por 20 hombres a diario, que acudían a ese lugar en busca de menores de edad y mujeres vulnerables como ella.

El poder y la explotación busca la vulnerabilidad de la discapacidad

“¿Por qué se capta a una mujer con discapacidad intelectual? Porque no tiene signos externos, porque aparentemente es una persona normalizada”. Esta es una de las cuestiones que se plantean al inicio del documental. Con ella, la directora busca remarcar la existencia en primera estancia la existencia de la demanda de mujeres y niñas con discapacidad para el abuso, y por otro lado de un deseo subyacente de sometimiento y control.

“Son las más vulnerables, las que no tienen recursos para salir corriendo y denunciar al proxeneta, entre otras cosas, porque no son conscientes debido a su discapacidad de que son víctimas de explotación sexual”, denuncia la directora. “Yo había abordado el tema de la trata desde muchos aspectos, pero ‘esto’ jamás lo había imaginado. Cuando hablamos de explotación sexual de niñas con discapacidad intelectual no hablamos de buscar el disfrute, sino de tener el poder”, afirma rotunda.

La invisibilización de las víctimas

Mabel Lozano también busca retratar una realidad: una invisibilización sistemática de estas víctimas. Según se recoge en un estudio elaborado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED), señala que estas mujeres son víctimas invisibles hasta en las cifras. Se basan en grandes informes, como el de la Organización Internacional del Trabajo y de la Organización Mundial de las Migraciones, que contabiliza el número de supervivientes de trata sexual.

De las 4,9 millones de mujeres y niñas supervivientes de trata sexual en 2021, ninguna de ellas se especifica cuántas cuentan con algún tipo de discapacidad. Pero esto no significa que no existan, como así lo demuestra el caso de Ava y otras miles de mujeres y niñas con discapacidad que pasan desapercibidas ocultas en estas cifras globales.

Algunas de las conclusiones del informe del OED de julio de 2022 apuntan hacia “un mayor grado de vulnerabilidad ante la explotación sexual de las mujeres y niñas con discapacidad, especialmente las que tienen una discapacidad intelectual”. Precisamente el caso de Ava reúne una triple vulnerabilidad por ser mujer, con discapacidad intelectual y además ser menor de edad.