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Un calor extremo sin precedentes probablemente provocará la próxima extinción masiva desde que desaparecieron los dinosaurios y eliminará a casi todos los mamíferos dentro de unos 250 millones de años.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por un equipo internacional de científicos, dirigido por Alexander Farnsworth, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), y publicado este lunes en la revista ‘Nature Geoscience’.
La investigación presenta primeros modelos climáticos del futuro lejano gracias a superordenadores y demuestra cómo los extremos climáticos se intensificarán cuando los continentes eventualmente se fusionen para formar uno grande, cálido, seco y en gran parte inhabitable.
Los autores proyectaron cómo las altas temperaturas aumentarán aún más a medida que el sol se vuelva más brillante, emita más energía y caliente la Tierra.
El calor extremo del futuro lejano creará un planeta inhabitable con una extinción masiva
Los procesos tectónicos que se producen en la corteza terrestre y que dan lugar a la formación de supercontinentes también conducirían a erupciones volcánicas más frecuentes que causarían enormes liberaciones de dióxido de carbono a la atmósfera, calentando aún más el planeta.
Los mamíferos, incluidos los humanos, han sobrevivido históricamente gracias a su capacidad para adaptarse a condiciones climáticas extremas, especialmente a través de adaptaciones como el pelaje y la hibernación en el frío, así como breves periodos hibernando en climas cálidos.
Los pronósticos harán que la exposición a un calor excesivo prolongado sea mucho más difícil de superar y, de realizarse, las simulaciones climáticas resultarían en última instancia imposibles de sobrevivir, lo que dará lugar a la extinción.
"El supercontinente recién surgido crearía efectivamente un triple golpe, que comprendería el efecto de continentalidad, un sol más caliente y más CO2 en la atmósfera, que provocaría un aumento de calor extremo en gran parte del planeta. El resultado es un entorno mayoritariamente hostil, desprovisto de fuentes de alimento y agua para los mamíferos”, resume Farnsworth al respecto de la extinción masiva.
“Temperaturas generalizadas de entre 40 y 50 grados centígrados, y temperaturas extremas diarias aún mayores, agravadas por altos niveles de humedad, en última instancia sellarían nuestro destino. Los humanos –junto con muchas otras especies– morirían y se dará su extinción debido a su incapacidad de eliminar este calor a través del sudor, enfriando sus cuerpos”, añade el experto.
Aunque es probable que el cambio climático y el calentamiento global inducidos por el ser humano sean una causa creciente de estrés por calor y mortalidad en algunas regiones, las investigaciones sugieren que el planeta debería seguir siendo habitable en gran medida hasta que se produzca un cambio sísmico en la masa terrestre en un futuro lejano.
Pero cuando se forme el supercontinente, los hallazgos indican que sólo entre un 8 y un 16 % de la Tierra sería habitable para los mamíferos, por lo que se entiende la extinción masiva.
No podemos perder de vista la crisis climática
“Es de vital importancia no perder de vista nuestra actual crisis climática, que es el resultado de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero. Si bien predecimos un planeta inhabitable dentro de 250 millones de años, hoy ya estamos experimentando un calor extremo que es perjudicial para la salud humana. Por eso es crucial alcanzar emisiones netas cero lo antes posible”, recalca Eunice Lo, investigadora de cambio climático y salud en la Universidad de Bristol.
El equipo internacional de científicos aplicó modelos climáticos con el fin de simular tendencias de temperatura, viento, lluvia y humedad para el próximo supercontinente -llamado Pangea Última-, que se espera se forme en los próximos 250 millones de años. Para estimar el nivel futuro de CO2, el equipo utilizó modelos de movimiento de placas tectónicas, química y biología oceánica para mapear las entradas y salidas de dióxido de carbono.
“Las perspectivas en el futuro lejano parecen muy sombrías. Los niveles de dióxido de carbono podrían duplicar los niveles actuales. Dado que también se prevé que el Sol emita alrededor de un 2,5 % más de radiación y que el supercontinente esté ubicado principalmente en los trópicos cálidos y húmedos, gran parte del planeta podría enfrentar temperaturas de entre 40 y 70 grados y de ahí la extinción masiva”, indica Farnsworth.
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