Este es el número de faltas que puede tener un niño en la escuela

Faltar a la escuela sin justificación puede tener consecuencias serias tanto para los niños como para sus padres o tutores. Si las ausencias se vuelven recurrentes, se activará un protocolo que podría derivar en consecuencias legales graves, incluso en la pérdida de la patria potestad en casos extremos.

El absentismo escolar, un problema que influye en los niños y en los padres

El absentismo escolar es un problema que afecta tanto a los niños como a sus padres o tutores. Aunque pueda parecer una situación menor, las faltas de asistencia a la escuela pueden tener repercusiones importantes en el futuro académico y personal del menor, así como en la relación con los padres.

Si un niño empieza a faltar a clase sin una razón válida, se activa un protocolo que podría tener consecuencias serias para toda la familia, llegando incluso a situaciones extremas como la pérdida de la patria potestad.

El absentismo escolar se define como la falta de asistencia de un alumno durante el periodo de escolarización obligatoria, sin que haya una justificación adecuada. Este fenómeno, si no se aborda a tiempo, puede generar consecuencias irreparables.

Entre los efectos más comunes se encuentran el retraso en el aprendizaje, la dificultad para integrarse en el sistema educativo y, en casos más graves, el abandono escolar.

Dos tipos de faltas

Existen dos tipos de faltas: las justificadas y las no justificadas. Las faltas justificadas son aquellas en las que los padres o tutores del niño informan de la ausencia con antelación, ya sea por motivos médicos, citas familiares o situaciones de emergencia, entre otras. Las faltas no justificadas, por otro lado, son aquellas que no cuentan con un aviso previo ni con una justificación válida.

Estas ausencias pueden generar preocupaciones tanto a los docentes como a las autoridades educativas, pues indican que algo no está funcionando adecuadamente en la rutina escolar del alumno.

Las causas que permiten justificar la ausencia de un estudiante incluyen visitas al médico, hospitalizaciones, o situaciones en las que la presencia del niño sea requerida por otras obligaciones, como trámites legales o situaciones familiares urgentes. Sin embargo, no todas las ausencias se consideran justificables, incluso si los padres están al tanto de la situación.

Los centros educativos suelen ser estrictos en cuanto a lo que consideran una razón válida para faltar a clase, y exigen un justificante oficial para que la falta sea aceptada.

Protocolo: Detección por parte del centro educativo

El protocolo de actuación ante el absentismo escolar varía según el centro educativo, pero en general, el proceso comienza con la detección de las faltas por parte de los tutores. Si un estudiante empieza a faltar con frecuencia, los docentes deben ponerse en contacto con los padres para abordar la situación.

Dependiendo de la gravedad del problema, el centro educativo podría activar medidas adicionales, como informar a la dirección del centro o incluso a las autoridades competentes.

La gravedad del absentismo se clasifica en función del porcentaje no justificadas. Si un estudiante tiene entre un 15 % y un 2 5 % de faltas sin justificar, se considera un caso leve. Si las ausencias no justificadas alcanzan o superan el 50 %, el caso se considera grave y generalmente se alerta a las autoridades educativas o incluso a las legales.