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La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) recomendó a los padres confiar en los pediatras y no automedicar a sus hijos con antibióticos, ya que el mayor consumo de estos medicamentos se produce entre los 0 y los 4 años de edad.
Según recordó la Sefap, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso de manifiesto que la resistencia a los antibióticos es hoy “una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo”.
Aunque se trata de un fenómeno natural, el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales aceleró sobremanera el proceso, haciendo cada vez más difícil el tratamiento de determinadas infecciones por la pérdida de eficacia de los antibióticos.
Los farmacéuticos ven en la automedicación de los hijos, un sinónimo de sentencia negativa de su salud
Partiendo de esta realidad, desde los comités de Pacientes y Ciudadanía y Enfermedades Infecciosas de la Sefap elaboraron una infografía dirigida a la población general, y en especial a madres, padres y otros cuidadores, con información sobre cómo manejar las infecciones pediátricas, la mayoría de las cuales provocadas por virus que no precisan del uso de antibióticos.
En este sentido, la miembro del Comité de Pacientes y Ciudadanía de la Sefap y una de las autoras de la infografía, Esther Trillo, explicó que “los padres, madres u otros cuidadores muchas veces se ven sin recursos para tratar a sus niños o niñas ante síntomas como fiebre, tos o dolor de oídos o de garganta, y consideran que el uso de antibióticos podría ayudar, pero hay que recordar que hasta el 80 % de las infecciones invernales de la nariz, los oídos, la garganta o los pulmones son producidas por virus, por lo que administrar antibióticos a los menores no aliviará estos síntomas ni curará la infección”.
Tanto esta profesional como el resto de farmacéuticos de Atención Primaria señaló con preocupación que, según los datos de un informe del Ministerio de Sanidad publicado en diciembre 2023, el de 0 a 4 años es uno de los rangos de edad (junto al grupo de población mayor de 75 años) donde más antibióticos se consumen.
“Es muy importante saber que los antibióticos sólo son de utilidad si hay una infección que es causada por una bacteria. Por el contrario, si la infección es causada por un virus o por otro microorganismo, el uso de antibióticos, además de no curar la infección, puede tener consecuencias negativas”, destacó la profesional, con quien el resto de farmacéuticos comparten la misma opinión.
Consecuencias muy negativas que influyen a toda la población
Esas consecuencias negativas pueden ser tanto para el niño como para el resto de la población. Para el niño, porque el antibiótico puede producirle algún efecto adverso, como por ejemplo diarrea, y para la población porque se pueden crear bacterias resistentes a los antibióticos, detallan los farmacéuticos.
Desde el Comité de Pacientes y Ciudadanía de Sefap y el resto de farmacéuticos recomendaron a padres y madres confianza en los pediatras, “que serán las personas indicadas para decidir en qué casos el uso de antibióticos puede suponer un beneficio para el paciente”, evitar la automedicación con antibióticos que hayan podido sobrar de un tratamiento previo y poner a niños y niñas todas las vacunas recomendadas en el programa de vacunación de cada comunidad autónoma.
Por último, en lo que respecta al tratamiento de los síntomas producidos por el virus, los farmacéuticos como Esther Trillo recuerdan que “los síntomas de los catarros se pueden aliviar con otros medicamentos, como los analgésicos que disminuyen el malestar, el dolor y la fiebre”.
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