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Casi 7 millones de niños pasan frío en el invierno porque no tienen con qué resguardarse.
En Siria, 2,6 millones de niños viven desplazados de sus lugares de origen.
Estas personas se exponen a hipotermias y congelación.
Alrededor de 6,9 millones de niños y niñas en el mundo sufren el invierno desprotegidos en lugares donde las temperaturas son inferiores a los cero grados centígrados, según revela un informe de Save the Children. Éste pone el acento sobre aquellos menores que viven desplazados en zonas como Afganistán, Bosnia o Siria.
12 países
La ONG se ha centrado en 12 países que acogen a un gran número de niños y niñas desplazados y donde las temperaturas invernales son muy duras. Como Afganistán, Bosnia Herzegovina, Irak, Jordania, Montenegro, Siria, Turquía o Ucrania. Muchos de ellos se verán obligados a afrontar el frío en carpas rudimentarias, refugios e incluso al raso.
“En los peores casos, y sin un apoyo urgente, estas condiciones pueden ser mortales”, alerta Save the Children en su investigación. Por ejemplo, más de 28.000 personas refugiadas y migrantes han llegado a Bosnia Herzegovina este año y más de 8.000 permanecen actualmente en el país, que ya ha recibido las primeras nevadas.
Muchas de ellas, incluidos niños y niñas, han tenido que cobijarse en edificios en desuso y queman plásticos para calentarse. Otros se encuentran en contenedores al descubierto. “Millones de niños y niñas han huido de conflictos o disturbios en busca de seguridad. Sin embargo, para algunos, el duro invierno podría ser tan peligroso como las amenazas que dejaron atrás”, señala la ONG.
15 menores muertos por el frío
“Hace un año, en cuestión de semanas, las heladas temperaturas y las duras condiciones en Siria mataron a 15 niños y niñas que habían huido del conflicto”, aseguró David del Campo, director de Cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save the Children.
En Siria 2,6 millones de niños y niñas siguen desplazados tras casi nueve años de conflicto. Las condiciones varían, pero incluso antes de la reciente escalada de combates en el norte del país, el 14% de estas familias se vieron obligadas a vivir en sitios de último recurso como campamentos sobrecargados y otros refugios similares, muchos de ellos sin electricidad.
En Ucrania, la mayoría de los más de 330.000 niños y niñas forzados a abandonar sus hogares por conflictos en el este del país se encuentran en alojamientos alquilados. Sin embargo, el ingreso promedio de una familia desplazada es la mitad del promedio nacional y no es suficiente para cubrir necesidades básicas.
Hipotermia y congelación
“Los inviernos duros y las inadecuadas condiciones de alojamiento pueden ser mortales. Cuando las personas refugiadas, desplazadas y migrantes duermen al aire libre o en lugares fríos se exponen a la hipotermia, la congelación y a otras condiciones adversas para su salud”, añade el informe.
La hipotermia comienza con temblores y somnolencia antes de que, en casos severos, los temblores se detengan y la frecuencia cardíaca disminuya. Los recién nacidos están particularmente en riesgo debido a su gran área de superficie corporal, una pequeña cantidad de grasa debajo de la piel y la disminución de la capacidad de temblar.
Peligros
Además, las personas refugiadas a menudo se ven obligadas a usar estufas o calentadores de queroseno dentro de carpas u otros alojamientos que pueden provocar incendios que ponen en riesgo sus vidas.
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