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Más de dos meses después de la DANA que afectó gravemente a Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía, los ciudadanos continúan su lucha diaria por recuperar la normalidad. En medio de las dificultades, cuentan con el respaldo de Fundación "la Caixa", que, en colaboración con diversas entidades sociales, proporciona apoyo material y psicológico a las zonas más golpeadas.
Para hacer frente a la emergencia causada por la DANA, la fundación ha destinado un fondo de 5 millones de euros, centrando sus esfuerzos en Valencia, Albacete, Cuenca, Málaga y Cádiz, sin dejar de monitorear otras provincias que pudieran requerir asistencia. El plan de ayuda se desarrolla en dos fases: una primera enfocada en atender necesidades urgentes y una segunda orientada a la recuperación a largo plazo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los damnificados.
Apoyo inmediato tras la DANA
En los primeros momentos tras el catástrofe de la DANA, la Fundación "la Caixa" puso en marcha una estrategia de respuesta dividida en varias áreas clave: asistencia de emergencia, enfocada en la rehabilitación de infraestructuras, transporte y evacuación; inclusión social, para garantizar las necesidades básicas de las familias afectadas; salud, con un enfoque en el apoyo psicosocial; y atención a la infancia, proporcionando espacios seguros y recreativos que favorecieran la conciliación familiar.
Para llevar a cabo estas acciones, la fundación colaboró estrechamente con organizaciones como Cruz Roja Española, Cáritas, Save the Children, bancos de alimentos, Fundación Secretariado Gitano y Acción contra el Hambre.
Asimismo, destinó un millón de euros a una convocatoria extraordinaria dirigida a entidades sociales de la provincia de Valencia, permitiéndoles solicitar hasta 20.000 euros para responder de manera inmediata a las necesidades urgentes causadas por las inundaciones.
Nova Feina, un puente solidario en la recuperación tras las inundaciones
Tras las inundaciones provocadas por la DANA, la asociación Nova Feina, con el respaldo de Fundación "la Caixa", inició su labor proporcionando agua, alimentos y botas a los afectados en Valencia. Con el paso del tiempo, su ayuda ha evolucionado, incluyendo ahora la entrega de electrodomésticos a quienes los perdieron y actuando como intermediaria entre las familias necesitadas y quienes ofrecen apoyo.
“Nuestro trabajo consiste en conectar las necesidades de los damnificados con los recursos disponibles a través del voluntariado. La Administración está desbordada, por lo que, en este momento, todos formamos parte de los servicios sociales”, explica Vanessa Fernández, representante de Fundación Nova Feina.
Reconstrucción y apoyo económico para los afectados
Tras los primeros días de emergencia por la DANA, comenzaba el verdadero desafío: reconstruir vidas. Con el respaldo de Fundación la Caixa, la ONG Acción contra el Hambre participó en las labores de limpieza de las calles y distribuyó ayudas económicas de 1.000 euros a las personas más vulnerables. Estas ayudas se entregaron en forma de tarjetas, permitiendo a los afectados utilizarlas según sus necesidades.
“Aún queda mucho por hacer. Las víctimas no solo han perdido parte de sus viviendas, sino también los enseres más esenciales. Muchas personas nos dicen: ‘Esto es para mi casa, esto para lo que he perdido’”, señala Dolores Marco, delegada de Acción contra el Hambre en la Comunidad Valenciana.
Además de los daños materiales, la DANA dejó secuelas emocionales en muchas personas. Para ayudar a los más vulnerables, Fundación “la Caixa” reforzó sus programas de apoyo psicosocial, ofreciendo acompañamiento especializado. A través de su Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, la entidad ha puesto a disposición de los afectados a 115 psicólogos de los equipos de atención psicosocial (EAPS), coordinados por los dos EAPS de Valencia.
Dos meses después, los profesionales siguen trabajando con los damnificados, quienes aún enfrentan el impacto emocional de la tragedia. "Estamos en una etapa marcada por el estrés postraumático", explica Silvia Fernández, psicóloga de Carena, quien advierte que el proceso será largo: "Muchas personas todavía tienen mucho por expresar".
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