Cada año mueren 110 gallegos por cáncer de pulmón a causa de este gas mortal

El gas radón es un gas radioactivo incoloro, inodoro e insípido que se forma naturalmente a partir de la descomposición del uranio presente en suelos y rocas. Pertenece a la familia del gas noble y tiene un periodo de semidesintegración corto, lo que significa que emite partículas radioactivas con el tiempo.

El radón es una preocupación para la salud pública, ya que al inhalarse, las partículas radioactivas pueden dañar los tejidos pulmonares y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón. Es especialmente problemático cuando se acumula en espacios cerrados, como hogares y edificios, donde la concentración puede llegar a niveles más altos.

La exposición prolongada al radón, junto con otros factores de riesgo como el tabaquismo, puede aumentar significativamente la posibilidad de desarrollar cáncer. Debido a su naturaleza invisible y sin olor, la detección de este gas en ambientes cerrados requiere pruebas específicas. Se recomienda la ventilación adecuada y, en caso de niveles elevados, la toma de medidas correctivas para reducir la concentración de radón en espacios habitables.

2 de cada 10 viviendas en Galicia superan el límite de radón recomendado

Según la OMS, el radón es el causante de entre el 3 % y el 14 % de las muertes por cáncer de pulmón. La probabilidad de que este gas provoque cáncer de pulmón es mayor en los fumadores y, de hecho, se ha calculado que el riesgo asociado al radón que corre un fumador es 25 veces superior al de una persona que no fuma tabaco. Además, se estima que es el causante de unas 1.500 muertes al año en España. 

Ourense, con 798 mediciones, es la provincia que obtiene un porcentaje más alto de viviendas que superan el límite de gas radón establecido por la OMS y que se sitúa en los 300 bequerelios por metro cúbico (Bq/m3) con un 23,2 % de viviendas afectadas.

En Pontevedra se realizaron 2.000 mediciones que evidenciaron que el 21 % de viviendas están afectadas, mientras A Coruña con 2.630 mediciones reflejó una afectación en el 16,1 % de hogares.

En el último escalón se sitúa Lugo con un 10,7 % y 652 mediciones. Este estudio sitúa a Galicia como “la comunidad autónoma con mejor caracterización de este gas en las viviendas”.

Sanidad articula en 5 ejes estratégicos el Plan Nacional contra el Radón

El Consejo de Ministros ha aprobado a propuesta del Ministerio de Sanidad, el Plan Nacional contra el Radón con el objetivo de proteger la salud del conjunto de la población, y las personas trabajadoras, en particular, frente a los riesgos de la exposición a este elemento químico en forma gaseosa.

El Plan describe los riesgos derivados de la exposición al mismo, analiza la situación en España con respecto a las medidas de protección y recoge las estrategias y actuaciones que se desarrollarán por las distintas administraciones durante un periodo de 5 años, para el control del riesgo para la salud de la población derivado de la exposición al gas.

Este Plan se articula en torno a cinco ejes estratégicos. El primero se centra en el conocimiento e infraestructura básica; el segundo, en la edificación; el tercer eje estudia los lugares de trabajo; el cuarto se centra en las zonas de actuación prioritaria; y el quinto y último, en la comunicación y concienciación.

Estos cinco ejes engloban, a su vez, actuaciones para conocer la magnitud del problema, como evaluar la exposición de la población al radón y estimar su incidencia sobre la salud de la población, reducir la concentración de radón en los edificios o impulsar programas de formación específicos para los distintos agentes que intervienen en el ámbito de la edificación.

Otra de las actuaciones va a servir para potenciar la concienciación del público, los profesionales y administraciones sobre los efectos del radón en la salud y, en particular, en combinación con el tabaco. En este caso los efectos se encuentran notablemente aumentados, debido al efecto sinérgico de radón y tabaco.

¿Cómo reducir las concentraciones de radón en interiores?

Las concentraciones de este gas se pueden reducir con medidas correctivas, como el aislamiento y la manipulación de la presión del aire. También es posible reajustar los sistemas de ventilación para mejorar la calidad del aire.

Hoy en día, muchos de los códigos de construcción nacionales incluyen normas para prevenir la acumulación de radón en las viviendas nuevas. De hecho, construir desde un inicio siguiendo esas normas suele ser más económico que aplicar medidas correctivas posteriormente y es mucho más rentable que otras iniciativas de salud pública.