Lectura fácil
Desde que los gatos y los humanos viven juntos, hace al menos 10.000 años, los felinos han cambiado de tamaño, color de pelaje y, en algunos casos, su comportamiento más distante se ha vuelto más amigable.
Pero eso no es todo: también escuchan a las personas más de lo que pensamos. Así lo sugiere un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports. La investigación, dirigida por científicos de Japón, ha estudiado cómo los gatos domésticos pueden hacer asociaciones rápidas entre imágenes y palabras, lo cual es importante para aprender el lenguaje.
Experimento con gatos
En el experimento, que originalmente fue diseñado para bebés humanos en los años 90, se pusieron 31 gatos frente a un ordenador que mostraba dos imágenes, un sol y un unicornio. Durante nueve segundos, las imágenes crecían y se encogían en la pantalla mientras sonaban dos palabras inventadas, "keraru" para el unicornio y "parumo" para el sol. Los felinos observaron y escucharon estas secuencias hasta que se cansaron, lo cual se notó cuando dejaron de mirar la pantalla. Esto mostró que el estímulo ya no les resultaba interesante.
Después de un breve descanso, se mostraron las imágenes nuevamente, pero esta vez con las palabras cambiadas. Los gatos pasaron un 33 % más de tiempo mirando la pantalla, con algo de sorpresa, cuando escucharon las nuevas combinaciones, lo que indica que notaron el cambio y recordaban la relación original entre la palabra y la imagen.
Las asociaciones
Shao Takagi, científica cognitiva de la Universidad de Azabu (Japón) y autora principal del estudio, se sorprendió al descubrir que "los gatos, al igual que los bebés humanos, pueden hacer asociaciones entre palabras e imágenes en poco tiempo". Según ella, esto demuestra que prestan atención a lo que decimos en su vida diaria y tratan de entendernos más de lo que pensamos.
El estudio muestra que estos animales hicieron estas asociaciones más rápido que los bebés humanos, ya que la mayoría de los felinos aprendieron a relacionar palabra e imagen en solo dos lecciones de nueve segundos, mientras que los bebés de 14 meses necesitaban cuatro lecciones de 15 segundos. Sin embargo, Takagi aclara que esto no significa que los bebés sean más lentos para aprender palabras.
Cambio genético tras la domesticación
La razón por la cual los felinos responden de esta manera se debe a varias explicaciones. Primero, tienen una gran sensibilidad al sonido. Eleonora Toresi, veterinaria especializada en comportamiento felino, explica que los felinos tienen un rango auditivo mucho mayor que los humanos, los perros y otros animales. Por eso, su reacción a los estímulos del experimento japonés es natural. Además, es difícil saber si dejaron de asociar el sonido con la imagen o simplemente se aburrieron de la prueba.
Sin embargo, esto no desmerece el hallazgo. Toresi asegura que los gatos sí nos prestan atención y tratan de entendernos más de lo que pensamos. Aunque a menudo se cree que son animales independientes, siempre han mostrado curiosidad hacia los humanos.
Añadir nuevo comentario