El Gobierno da luz verde a una nueva estrategia para mejorar la gestión del agua frente al cambio climático

Tras la propuesta por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el Consejo de Ministros aprueba las Orientaciones Estratégicas sobre Agua y Cambio Climático para establecer medidas destinadas a la planificación y gestión del agua frente al calentamiento global.

La región mediterránea sufre el mayor impacto del calentamiento global

El cambio climático y el correspondiente calentamiento global son aspectos que acechan con agresividad a nuestro planeta, sobre todo en estas últimas semanas, donde los ecosistemas se están destruyendo poco a poco. Uno de los mayores problemas de las ayudas del gobierno es la gestión del agua, cada vez más afectada.

Por eso, entre tantas promesas del gobierno por ayudar en aspectos relacionados con el agua, el Consejo de Ministros ha aprobado las Orientaciones Estratégicas sobre Agua y Cambio Climático propuestas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

Gracias a estas nuevas estrategias se pretende establecer medidas más efectivas en cuanto a la planificación y gestión del agua en España para hacer frente al calentamiento global de cara al próximo año 2030.

Las conclusiones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) señala que la región mediterránea es una de las zonas más sensibles al impacto del cambio climático, por lo que sus recursos hídricos son su principal problema.

Aun así, todo el territorio español carece de una buena hidráulica, hasta ahora. Con las Orientaciones Estratégicas se pretende acabar con ello e impulsar una planificación resiliente para poder cambiar la situación de una vez por todas.

¿Cuáles son las medidas para la nueva gestión del agua?

Dentro de las nuevas medidas establecidas destacan:

1. La recuperación, restauración y protección de los ríos, lagos, acuíferos y zonas húmedas.
2. El incremento de la seguridad hídrica.
3. La mejora del saneamiento y depuración en las aglomeraciones urbanas.
4. La lucha frente a la contaminación difusa.
5. Avance en la gestión del riesgo de inundaciones o sequías.
6. Reforzar la financiación de las administraciones hidráulicas.
7. Impulsar la agenda internacional del agua.

Todas las medidas implantadas irán acompañadas de las nuevas tecnologías, las actividades económicas sostenibles y la construcción de un nuevo modelo de gobierno equitativo y participativo.

En cuanto a los instrumentos que se utilizarán para esta mejora en la gestión del agua serán los Planes Hidrológicos de Cuenca, los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación o los Planes de Sequía. También se incluyen distintas iniciativas de entidades.

El 2030, un horizonte lejano

Todas las líneas de actuación para la gestión del agua en el territorio tendrán como horizonte el año 2030 y estará marcada por cuatro hitos muy importantes: la aprobación de 2022 de los Planes hidrológicos del tercer ciclo y de los Planes de gestión del riesgo de inundación y la finalización en 2025 del primer programa del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático.

Así, se pretende una gestión del agua eficaz y productiva de cara a un futuro no muy lejano, o eso se espera.