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Servimedia publicaba hace unos días el resultado de una encuesta realizada por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) en la que más de la mitad de los consumidores españoles (60%) considera que la mayoría de las empresas hacen un uso comercial de las alegaciones relacionadas con sostenibilidad o medioambientales para vender más o lavar su imagen.
Un 43% de las personas encuestadas desconfía, por lo general, de los productos que se venden como sostenibles o respetuosos con el medio ambiente. Sólo una de cada cuatro personas opina que la mayoría de las empresas intentan en la medida de lo posible reducir su impacto ambiental, pero para un 47% de los encuestados, esos esfuerzos varían mucha dependiendo de la empresa.
Las personas mayores son más optimistas que los más jóvenes en relación a las empresas y la sostenibilidad
Las personas que superaban los 60 años se mostraron ligeramente más confiadas en la posición medioambiental de las empresas.
Los hombres (49%) desconfían más de los productos que se venden como sostenibles o respetuosos con el medio ambiente que las mujeres (37%). Y son más ellos (64%) que ellas (37%) quienes consideran en mayor medida que los reclamos de ese tipo son utilizados para fines comerciales.
En la encuesta realizada por OCU se aprecia un contraste en el nivel educativo, puesto que las personas con menos formación (50%) se muestran menos escépticos que quienes tiene un bagaje educativo alto (65%).
Pero, qué es el Greenwashing
Los resultados de esta encuesta hacen que nos adentremos en lo que supone el Greenwashing, significa “verde” + “lavado”, con lo cual, nos deja una idea de que es utilizado para ver las malas prácticas que algunas empresas realizan cuando presentan un producto o cualquier propuesta como respetuosa ante el medio ambiente aunque en realidad, no lo sea.
En la década de los años 60 comenzó la preocupación por el cuidado del planeta y el fue entonces cuando el medio ambiente empezó a ganar importancia. Llegaron los primeros anuncios sobre lo verdes que eran las empresas aún sin serlo.
Dos décadas más tarde, después de varios desastres ambientales, la defensa del medio ambiente comenzó a ganar más fuerza. La cosa se pone seria en el siglo XXI. En la actualidad ya sabes cómo va esto del Greenwashing. Cuanto más recursos tienen las empresas, más parecen gastar en publicidad engañosa que en ayudar realmente al medio ambiente.
Las empresas que basan su política de la venta de productos y servicios basados en un estilo de vida artificial, no siempre han 'jugado limpio' en sus estrategias frente a sus clientes o consumidores con la intención de adelantarse al mercado.
Casi todas las empresas utilizan técnicas y estrategias de marketing verde. Sin embargo, muchas venden una idea cuando en realidad el producto no siempre cumple con esa imagen exterior que observamos.
El marketing verde está bien, el Greenwashing es un error. Sin embargo, está tan extendido que se hace previsible que el 60% de los encuestados por la OCU piensen que las empresas utilizan el medio ambiente para vender más.
Con este tipo de acciones, las empresas o cualquier institución, intentan aprovecharse de la susceptibilidad y moralidad de las personas que consumen la preferencia de ciertos servicios o productos, que refuerzan su consistencia ética y moral basados en valores de sustentabilidad y protección del medio ambiente.
¿Cómo reconocemos el Greenwashing?
- A través de un marketing basado en mensajes irrelevantes que intentan enfatizar un pequeño atributo ecológico en productos y objetos.
- Cuando se alude 'al mejor'. Declarar que una marca o empresa es significativamente más sostenible o verde que las otras desde su perspectiva de categoría es parte del Greenwashing.
- Las empresas que basan su estrategia en esta práctica utilizan un lenguaje ambiguo: términos o palabras sin un concepto o fundamento claro. Por ejemplo: 'Amigos del medioambiente'.
- Utilizan mucho el concepto de “productos verdes”, dentro del campo de la limpieza o la cosmética. Empresas que ofrecen productos que limpian a la perfección por su eficacia con colores verdes e imágenes de naturaleza y “frescor “, pero que en su producción, contamina seriamente las aguas de ríos cercanos.
- Falta de pruebas. Muchas empresas publican datos que no pueden ser comprobados. Puede que no estén certificados por un tercero fiable. Como por ejemplo, textiles hechos con plásticos recogidos del Mediterráneo, ¿aportan pruebas de que así ha sido?
- Algo natural no implica que sea bueno.
Desde el portal de Greenwashingindex (que ya no funciona) se podían observar muchos ejemplos de anuncios con publicidad Greenwashing. Son empresas verdes por fuera y 'negras' por dentro. ¿Recordáis los famosos yogures 'bio' de Danone? Pues el nombre tuvo que cambiar. Las etiquetas de productos con la reseña de ecológico, biológico e orgánico, así como sus abreviaturas habituales, fueron protegidas para que no sean utilizadas de forma fraudulenta en productos alimenticios que no cumplan la legislación desde Europea.
Una demanda colectiva de 2019 contra Nestlé alega que los "granos de cacao de origen sostenible" no tienen nada de sostenibles. Varios medios de comunicación se hacen eco de que la producción del ingrediente clave de los productos de chocolate Nestlé está contribuyendo a la deforestación masiva en África Occidental. Además, el cacao podría provenir de granjas que utilizan trabajo infantil y esclavo.
Las empresas deben valorar su desarrollo desde la perspectiva sustentable teniendo en cuenta los aspectos sostenibles de la marca para comunicarlos con honestidad hacia una evolución ética más respetable.
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