Lectura fácil
Isabel Díaz Ayuso ha acusado a la dirección nacional del PP de actuar de una manera "cruel" contra ella y ha negado su implicación en adjudicaciones irregulares. Muchos adeptos de la presidenta madrileña se han manifestado para pedir la destitución de Pablo Casado.
Guerra abierta entre Ayuso y Pablo Casado
El Partido Popular vivió este jueves una jornada revoltosa por “la guerra civil” desatada entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y la dirección nacional de la formación que encabeza Pablo Casado, lo que provocó gran conmoción en las filas del partido y generó el lamento de que “nadie puede parar” la situación.
La relación entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso pende completamente de un hilo, si no es que se ha terminado de romper ya. Y es que, lo que le faltaba a esta rara historia entre dos personajes más que influyentes en la política española, era una acusación de espionaje.
Esta acusación de espionaje está basada en el intento de contratar a detectives desde algunos cargos del Ayuntamiento de Madrid para obtener más datos del contrato de Ayuso y la extorsión contra Casado desde la Puerta del Sol, respondida con una denuncia pública por corrupción desde Génova contra Ayuso por los polémicos negocios del hermano de la presidenta a costa de contratos públicos con la Administración regional. Ya saben, esa adjudicación de 1,5 millones de euros a un amigo de la familia que, según versión de Génova, no era más que un testaferro utilizado por el hermanísimo para llenarse los bolsillos en plena pandemia.
A todo esto, hay que sumarle las ambiciones de la presidenta de Madrid, Ayuso, por escalar puestos en el partido y, a su vez, el miedo de Pablo Casado de ser sustituido. Además, como toda buena historia, no trata de dos personajes, sino de tres. El tercero en discordia responde al nombre de Miguel Ángel Rodríguez, fue portavoz del Gobierno de Aznar y entonces, como ahora, no midió las consecuencias de sus actos ni de sus estrategias y tuvo que marcharse de la primera línea.
Pulso por ver quién cae primero
Lo que está claro es que o Isabel Díaz Ayuso o Pablo Casado van a salir dañados de todo esto. Uno más que otro, o los dos bastante mal. Y es que se ha demostrado que los dos han hecho cosas mal. Por un lado, con la dimisión de Carromero se prueba que el PP contrató a detectives para espiar a la presidenta. Por el otro, el hermano de Ayuso cobró dinero por hacer de intermediario o de conseguir para una empresa vinculada a la familia de la presidenta, y no fueron solo los 55.000 euros que han reconocido desde la Puerta del Sol.
Por su parte, el número dos del PP, Teodoro García Egea, ha anunciado la apertura de un expediente informativo a Ayuso. Durante una rueda de prensa desde la sede nacional del partido, el secretario general ha desmentido que la formación "ordenara contactar con ninguna agencia de detectives, ni elaborar ningún dossier sobre Isabel Díaz Ayuso": "Si alguien lo hubiera hecho, sería cesado por mí de inmediato", ha sentenciado.
Y es cierto que más que un día regular de la política española la situación parece un capítulo de "Game of Thrones".
Añadir nuevo comentario