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El terremoto que sacudió el pasado 14 de agosto la zona sur de Haití, once años después del que sesgara la vida a más de 300.000 personas en el país, ya deja más de 2.200 muertos, concretamente 2.207, según informa Protección Civil.
A las víctimas mortales, la gran mayoría en el Departamento Sur, hay que sumar 344 personas desaparecidas y 12.268 personas heridas. Respecto a los daños materiales, se han contabilizado 52.923 casas destruidas y 77.006 casas dañadas.
Mientras la tormenta tropical Grace y los graves daños en carreteras o puentes complican los operativos de rescate, además de las bandas criminales que roban en los edificios colapsados, la ayuda internacional continúa llegando a la región. Así, el buque de Estados unidos 'USS Arlington' llegó con profesionales médicos, material sanitario y dos helicópteros, todo ello acompañado de 200 marines, según datos de EFE recogidos por 20 Minutos.
La tragedia en Haití, más allá de un terremoto mortal
Por otro lado, la organización estadounidense Samaritan's Purse ha levantado un hospital de campaña en Les Cayes, donde trambién trabaja Médicos Sin Fronteras. Les Cayes es una de las ciudades más importantes de la zona afectada, donde el hospital ya ha comenzado a atender a pacientes. Por su parte, la organización alemana ISAR envió un equipo de 33 sanitarios y 11 toneladas de material.
Médicos Sin Fronteras alertó el pasado viernes que la carretera de Les Cayes a Jérémie estaba bloqueada por deslizamientos de tierra y no se despejaría durante varios días. La organización cuenta con 250 camas en Jérémie y asegura que el transporte en carretera está siendo un problema, mientras aún se localizan heridos.
La ONG World Vision disponía hace una semana de suministros para atender de forma inmediata a 6.000 personas, a lo que hay que sumar el corredor humanitario de Federación Internacional de la Cruz Roja y la ayuda que países latinoamericanos como Venezuela, México o Panamá anunciaron poco tiempo después de que se produjera el terremoto.
Haití necesita ayuda humanitaria urgente
Además de su fragilidad ante catástrofes naturales, tristemente abundantes en la región, Haití es uno de los países más pobres del mundo. La falta de medios para la vacunación contra el Covid y este último terremoto dejan en evidencia los graves problemas de una población en riesgo.
Por eso, es importante una acción conjunta que de solución no solo a los efectos de este terremoto sino a los problemas estructurales de Haití a largo plazo. El director de Acción Contra el Hambre en Haití, Roseval Supreme, declaró que falta mucho por hacer para que su población acceda a agua potable y a saneamiento con el fin de prevenir enfermedades.
Es imposible no conmovernos con cada tragedia a la que se expone Haití
Un país que te sitúa en el mundo de una manera diferente y cambia tus prioridades en materia de progreso porque tras una desgracia en el interior de sus fronteras, llega otra, y otra. Un ciclo de desastres que hace que valoremos más lo que tenemos.
Las comunidades haitianas no tienen acceso a servicios médicos, refugio, agua corriente ni alimentos. Como si esta catástrofe no hubiera sido suficiente, también han tenido que lidiar con inundaciones y deslaves causados por la tormenta tropical Grace y con la amenaza que supone la violencia de las pandillas para las caravanas que traen equipo y provisiones.
Para todo el mundo, este es otro doloroso episodio de déjà vu. Ahora la pregunta es cuál es la mejor manera de utilizar la ayuda que está empezando a llegar al país a fin de atender las necesidades de los sobrevivientes y evitar los graves errores del pasado.
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