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¿Te imaginas no tener que cargar el móvil en dos años? y ya no solo el móvil, sino también el coche eléctrico o cualquier otro sistema que aproveche las energías renovables y requiera de una batería para almacenarlas. Esta es la propuesta que ha hecho una 'start-up' estadounidense y que ha recibido una licencia especial para continuar con el desarrollo del proyecto de unos ingenieros de la Universidad de Harvard para hacer realidad este sueño.
La empresa Adden Energy, Inc., especializada en desarrollar tecnologías de sistemas innovadores para desarrollar baterías de estado sólido, principalmente para el uso de vehículos, ha sido dotada con una financiación inicial de 5,15 millones de dólares para sacar adelante este proyecto de una batería de litio-metal, capaz de cargarse en minutos y ser capaz de durar al menos un par de años. El proyecto lo dirigirá la empresa Primavera Capital Group y también estarán implicadas otras entidades como Rhpasody Venture Partner y MassVentures.
Una batería que puede durar años
Lo que realmente llama la atención de esta nueva batería, son principalmente dos aspectos, el primero, es que es capaz de alcanzar una carga completa en tan solo tres minutos, lo que ya de por sí deja con la boca abierta a cualquiera. Pero eso no es todo, lo siguiente excepcional es su capacidad de llegar a aguantar hasta 10.000 ciclos en toda su vida, lo que equivaldría a unos dos años de resistencia.
"Hemos conseguido en el laboratorio entre 5.000 y 10.000 ciclos de carga durante la vida útil de una batería, en comparación con los 2.000 o 3.000 ciclos de carga de las mejores de su clase, y no vemos ningún límite fundamental para ampliar nuestra tecnología de baterías. Eso podría cambiar las reglas del juego", explica Xin Li, profesor asociado de Ciencias de los Materiales de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson (SEAS, por sus siglas en inglés) de Harvard, líder del laboratorio.
Entre otras de sus cualidades, estas baterías de litio-metal, también cuenta con una elevada densidad de energía y un nivel de estabilidad que supera las barreras que muchas veces plantea la seguridad en el uso de este tipo de baterías. El siguiente paso para este laboratorio, y para la empresa que dirige el proyecto, es el de poder ampliar el tamaño de las baterías con las que trabajan actualmente, para que sean lo suficientemente grandes para poder incorporarse en un vehículo.
Revolucionar la movilidad
Sin lugar a dudas, conseguir la hazaña de fabricar una batería de estado sólido, compacta y fácilmente ajustable a otros aparatos, podría llegar a revolucionar todo el sistema de consumo de energía en el mundo. De momento, la inversión inicial para este proyecto está pensada para desarrollar baterías capaces de alimentar vehículos de forma más eficiente y duradera, resolviendo así uno de los principales escollos de la movilidad sostenible.
"Si queremos electrificar los vehículos, una batería de estado sólido es el camino a seguir. Nos propusimos comercializar esta tecnología porque la consideramos única en comparación con otras baterías de estado sólido", comenta Xin Lin.
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