Varias empresas localizan las heces de tu perro en la calle y pone multas de hasta 300 euros

En 2020, el Ayuntamiento de Málaga contrató a ADN Canino para analizar las heces de perro que se dejaban en las calles. A través de muestras de ADN, la Policía Local identifica y multa a los dueños que no recogen los excrementos, con sanciones de entre 75 y 300 euros. El contrato inicial fue de 11.500 euros anuales por el análisis de 320 muestras, y fue renovado en octubre de 2023 por 16.000 euros. Hasta ahora en 2024, se han analizado cerca de 300 muestras.

La Policía identifica y multa a los dueños que no se hagan cargo de las heces de sus mascotas

En 2020, ante la creciente problemática de las heces de perro abandonadas en las calles, el Ayuntamiento de Málaga decidió contratar a la empresa valenciana ADN Canino. Su labor consiste en recoger y analizar las muestras de excrementos caninos que se encuentran en la vía pública.

A través del análisis del ADN, la Policía Local puede identificar y multar a los dueños que no se hacen cargo de los desechos de sus mascotas, con sanciones que oscilan entre 75 y 300 euros. ADN Canino opera en diversas localidades de España.

El contrato inicial, valorado en 11.500 euros anuales, permitía el análisis de 320 muestras de heces al año. Este acuerdo fue renovado en octubre de 2023, aumentando su costo a 16.000 euros anuales. En lo que va de 2024, se han analizado cerca de 300 muestras.

Para llevar a cabo su trabajo, los empleados de ADN Canino se desplazan a las calles de Málaga dos o tres veces al mes, acompañados por personal del Centro Zoosanitario municipal. Las zonas de muestreo son previamente establecidas en coordinación con el Ayuntamiento, y durante cada salida se recogen alrededor de diez muestras.

La selección de las muestras se basa en criterios que consideran la probabilidad de error y la posible contaminación cruzada con otras especies.

El proceso de recolección se realiza con rigurosas medidas de seguridad: los técnicos utilizan guantes y mascarillas. Para recoger las muestras, emplean un hisopo similar a los utilizados en pruebas de COVID-19, que se frota sobre el excremento y luego se coloca en un tubo diseñado para preservar el ADN recogido.

Conservación de muestras de ADN

Después de que se toman las muestras, se procede a fotografiarlas y a elaborar un acta correspondiente. Posteriormente, estas muestras son trasladadas a los laboratorios de ADN Canino en Valencia, donde se identifican los perros.

Para ello, se utilizan los resultados en el software iGecan, que compara las muestras de ADN de heces con una localización de perros registrados en el sistema.

Una vez que se logra identificar al perro dentro de un censo nacional, la información se envía al Ayuntamiento de Málaga. Este último inicia entonces el proceso para localizar al dueño y proceder con la sanción correspondiente.

Durante este tiempo, las muestras de heces se almacenan en congeladores a una temperatura de aproximadamente veinte grados bajo cero, en caso de que el dueño decida impugnar la multa.

Como las infracciones son consideradas leves y prescriben en un plazo de seis meses, las muestras se conservan durante un período total de 15 meses para asegurarse de que haya evidencia disponible si es necesario.

¿Y qué sucede con los perros no censados?

¿Qué sucede cuando se analiza el ADN de un perro que no está registrado en el censo? El CEO de ADN Canino ha señalado que están colaborando con el Ayuntamiento de Málaga para desarrollar un mapa que identifique las áreas con mayor incidencia de excrementos no recogidos.

Esta herramienta permitirá localizar a perros reincidentes, incluso si no están censados. Gracias a un nuevo protocolo, la empresa puede determinar características de las heces como el color, la raza, el tamaño y el sexo del perro a partir de su ADN.

Esta información es valiosa para la Policía Local, que puede enfocar sus esfuerzos en las zonas más problemáticas. El objetivo es fomentar una convivencia cívica entre los ciudadanos.

De acuerdo con el Colegio de Veterinarios de Málaga, en la ciudad hay casi 90.000 perros registrados, lo que representa aproximadamente uno por cada seis habitantes.