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El hidrógeno verde es un gas muy abundante en el espacio, pero en el planeta Tierra es muy difícil encontrarlo en estado puro. Sin embargo, ahora va en una buena dirección gracias a la pandemia y a los fondos de reconstrucción europeos.
El presidente del Gobierno ha dejado ver el interés por este gas varias veces. El desarrollo tecnológico del hidrógeno verde va a favor de la condicionalidad de las ayudas europeas, pues el dinero tiene que destinarse a proyectos verdes y digitales.
"Vamos a presentar un plan de inversiones de 150.000 millones de euros que movilizará también recursos privados", adelantaba Pedro Sánchez.
El hidrógeno verde y su historia
La pila de combustión fue diseñada hace casi 200 años por Sir William Grove, un científico inglés. Posteriormente, esta energía se recuperó en los años sesenta para la carrera espacial.
Fue entonces cuando el hidrógeno verde volvió. Después en 2010, investigadores intentaron desarrollar la economía del gas, pero no funcionó.
Y ahora, en 2020, parece que el hidrógeno verde vuelve para quedarse. Según Javuer Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno, "es un habilitador en el camino hacia la descarbonización".
Estas son algunas de las posibles aplicaciones de este gas:
Movilidad: Actualmente existen coches eléctricos y autobuses que se alimentan de este gas. El humo de este combustible sale por el tubo de escape como vapor de agua, por lo que la contaminación es Cero.
El único problema es que los vehículos de esta tipología son bastante caros, no existe infraestructura para repostar y producir el hidrógeno verde supone contaminar.
Se estima que el 95% de este gas que se consume, nace a partir del gas natural. Al romperse la molécula, se separa el H2 del carbono, que sale a la atmósfera. A ese hidrógeno se le califica como gris o marrón porque es contaminante.
Pero hay formas sostenibles de conseguir el hidrógeno verde. Con el agua y empleando energías renovables para romper la molécula del agua se consigue este gas. Pero esta versión no contaminante es mucho más cara hoy en día.
Descarbonización industrial: La gran mayoría de los procesos industriales emplean el hidrógeno gris. Pero el verde podría ir sustituyendo al primero, reduciendo las emisiones de este sector.
Por su parte, Repsol anunció que invertirá 60 millones de euros para el desarrollo de una planta que se basa en esta tecnología, pero con una variante, el hidrógeno azul. Este recibe el nombre de ese color porque utilizan gas natural para conseguirlo, pero en vez de emitir el CO2 a la atmósfera, lo capturan.
Con el CO2 "preso" le dan otras aplicaciones de la industria. Desde Repsol añaden que "también hay 'hubs' de almacenamiento, que es como se encuentra en la naturaleza, atrapado en el subsuelo".
El caso es que se debe cooperar y buscar alianzas entre unos y otros. Pues existen diferentes pasos para llegar a la descarbonización.
Almacenamiento de energía renovable: Esto llama mucho la atención, pues se espera que pueda dar solución a problemas de los kilovatios verdes. Uno de ellos es la intermitencia, pues no siempre hace sol, ni viento, o a veces mucho de ambos factores meteorológicos.
Los expertos opinan que se podrían aprovechar esos excesos de las condiciones meteorológicas para generar hidrógeno y almacenarlo. Cuando se necesite se puede utilizar para generar electricidad, o para inyectarlo directamente a la red gasística.
Los expertos comentan que cada vez instalan más energías renovables, cosa que las hace más competitivas. El objetivo para 2030 es que el 74% de la electricidad sea de origen renovable, por lo que sera necesario gestionar la estacionalidad del viento y del sol con el fin de aprovechar su potencia y usabilidad.
Aunque se saben los procesos para conseguir este gas, aún queda mucho por desarrollar. Las únicas plantas de hidrógeno que hay a escala industrial son piloto
Iberdrola anunció hace unos meses que entraría en este sector con una inversión de 150 millones en Puertollano, Ciudad Real. El caso es que las renovables se emplearán para generar hidrógeno verde.
En nuestro país contamos con un centenar de empresas y centros de investigación que trabajan en el desarrollo del hidrógeno. Hay empresas que fabrican electrolificadores para conseguir el hidrógeno verde a partir del agua.
Los científicos señalan que venden a Estados Unidos, y que cuentan con dos oportunidades. Exportar al Norte de Europa y liderar en este proceso al igual que se hizo con las energías renovables.
Pero el reto va mucho más allá de la producción de hidrógeno verde a un coste aceptable, sino que, como señalan los expertos, también engloba a las tecnologías de transporte.
El 'Green Deal' europeo cuenta con 30.000 millones destinados al hidrógeno verde
Cuando nos encontrabamos en el epicentro de la pandemia, el Gobierno hizo pública su hoja de ruta, donde señalaba el desarrollo hacia la descarbonización.
Y es que el Proyecto de Ley de Cambio Climático recoge el hidrógeno, por lo que los primero proyectos tendrán que ir subvencionados, señalan los investigadores.
Y es que una molécula del agua puede servir como combustible sin generar contaminación... algo totalmente asombroso, que sin duda se consigue gracias a la ciencia y la investigación.
Japón ya cuenta con la mayor planta del mundo de hidrógeno verde. El lugar donde se ubica es simbólico, pues la instalación está muy próxima a los restos de la central nuclear de Fukushima.
Este proyecto del país del sol naciente servirá como un banco de pruebas para la producción en masa de hidrógeno verde. Se alimentarán coches, autobuses y algunos se emplearán en los Juegos Olímpicos de Tokio de finales de este año. No podemos quedarnos atrás, el futuro es verde.
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