Hipertensión en la infancia: Un problema en aumento que requiere atención

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02/07/2023 - 08:30
La hipertensión arterial crece entre los niños

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Hasta hace poco, se creía que el síndrome metabólico, que incluye factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial alta, glucosa elevada, colesterol y triglicéridos altos, solo afectaba a los adultos. Sin embargo, en 2017, la Academia Americana de Pediatría advirtió sobre su presencia en niños y adolescentes.

Recientemente, el Grupo de Trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología también emitió un informe destacando la importancia creciente del síndrome metabólico, especialmente la hipertensión, entre los niños y jóvenes de Europa.

La hipertensión ha pasado a ser un problema entre los menores

El síndrome metabólico, que solía considerarse exclusivo de los adultos, ahora se ha detectado en niños y adolescentes. Tanto la Academia Americana de Pediatría en 2017 como el Grupo de Trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología recientemente han destacado la importancia creciente de este síndrome, especialmente la hipertensión, entre los jóvenes de Europa.

La hipertensión en la infancia está relacionada con factores de estilo de vida. Aunque algunos casos pueden tener causas genéticas o estar vinculados a enfermedades renales, su creciente prevalencia parece estar asociada al aumento de la obesidad, la transición hacia una alimentación globalizada y el sedentarismo.

En España, por ejemplo, la hipertensión afectaba al 3,17 % de los niños y al 3,05 % de las niñas en edad escolar en 2013. Sin embargo, según nuestra investigación reciente del grupo EPINUT de la Universidad Complutense y respaldada por la Fundación Alimentación Saludable y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, estas cifras han aumentado dos puntos porcentuales en la última década.

Nuestro último estudio revela que, en 2022, la prevalencia en niños y niñas de 9 a 16 años alcanza el 5,3 %. Los resultados de esta investigación resaltan claramente las principales causas asociadas a este problema de salud.

Sueño y dieta: factores clave en nuestra tensión arterial

Numerosos datos revelan que la condición nutricional desempeña un papel significativo. Por ejemplo, la presión arterial sistólica promedio aumenta desde 99,2 mmHg en niños con peso normal hasta 135,8 mmHg en aquellos con obesidad.

En cuanto a los números, tener un índice de masa corporal (IMC) que indica obesidad triplica el riesgo, mientras que tener un porcentaje de grasa por encima del percentil 97 duplica las posibilidades de tener presión arterial alta.

La falta de sueño también está implicada. El estudio reveló que dormir menos de 8 horas multiplicaba por 1,5 el riesgo de que los niños tuvieran presión arterial elevada. La restricción del sueño tiene consecuencias perjudiciales, ya que aumenta los niveles de cortisol y grelina, al tiempo que disminuye los niveles de leptina, lo que provoca una mayor sensación de hambre durante el día.

La importancia de las medidas de prevención

La calidad de la dieta y la actividad física desempeñan un papel crucial en la prevención de la hipertensión en la infancia. Una alimentación de óptima calidad según el índice KIDMED, que sigue el patrón mediterráneo, se asocia a un menor riesgo. La práctica regular de actividad física siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud también reduce el riesgo en un 20 %.

Es importante detectar el problema en etapas tempranas. Los valores normales de presión arterial varían según la edad, el sexo y el tamaño corporal en niños menores de 16 años.

La hipertensión en la infancia se asocia con riesgos de enfermedades y daños orgánicos en la edad adulta. Es esencial incluir la medición de la presión arterial en los controles pediátricos habituales en atención primaria, a pesar de las dificultades técnicas y de clasificación en niños. La prevención siempre es la mejor opción.

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